Esperando la Salida del Sol

Pasa lento el tiempo en la madrugada, sobretodo cuando el insomnio con sus garras araña la puerta de mi habitación y me somete al inevitable y tortuoso acto de recordar.

Pasa lento sobretodo cuando me siento solo y abatido por el pasado, ese ser grande y omnisiente que me persigue a la noche y me obliga a cargar la cruz de mujeres lastimadas por mi puñal irresponsable llamado inexperiencia.

Pasa lento cuando la nostalgia me patea la cama y la melancolia de un amor roto que quedo a medias me sacan las sabanas.

Cuando me arrepiento de lo que hice pero es tarde, cuando me arrepiento de lo que pude haber hecho pero es tarde, cuando no hay nadie despierto, cuando yo mismo soy el ultimo bastion defensivo contra las memorias y el pasado, cuando ni la musica me puede ayudar, cuando me doy cuenta que simplemente no es como era antes.

Pasa lento cuando la oscuridad me asfixia y mi única esperanza de salir de la tortura de recordar, es la salida del sol de la mañana y de un nuevo día.

Como si eso me salvase de las dagas del tiempo, como si las canas de mi madre no existiesen, como si no necesitase de mi ayuda ahora y como si el simple hecho de la salida del sol no marcase la señal de un día más.

Un dia mas, que me aleja de lo que supo ser aquel paraiso llamado pasado, que hoy es ese mounstruo que me tortura cuando todos duermen. 

Pero curiosamente tambien pasa lento cuando intento recordar, cuando a duras penas recuerdo la voz de mi padre, el olor de sus camisas, las videollamadas, los consejos y la esperanza de una familia completa. Cuando me intento consolar pensando en que en algun otro sendero bifurcado se encuentra esa realidad donde soy feliz con el.

Pasa lento cuando me doy cuenta que simplemente es una batalla perdida contra lo indetenible y ya no es como era antes.

Me reporto a las 3:05am esperando la salida del sol