esperando

siempre estoy esperando. siempre estoy esperando la luz de día, que la noche caiga, la comida del medio día, la de la noche. siempre estoy esperando. pero ahora es diferente, porque te estoy esperando. y es dañino porque sé que nunca vas a llegar. como si lo hace el amanecer, y el anochecer, y la comida del medio día y la de la noche. pero te sigo esperando. te espero porque me gusta mirar tus ojos chiquitos llenos de sueños, atrás de dos cristales que los contienen. te espero porque me gusta tu sonrisa cada vez que te encontrás a alguien en el medio de un pasillo. te espero porque me gusta tu tacto, aunque me hayas tocado muy poco. te espero porque me gusta escucharte hablar de lo que te mantiene en vilo. te espero. te espero siempre. ojalá algún día te dejara de esperar, porque sé que nunca vas a llegar.