Escrito #015 - El bosque que hay en mi (fragmento)

Si la conexión se siente, o debe sentirse, al instante en que tímidas las miradas se encuentran al azar,

Si debe sentirse un tremór al siquiera pensar en el roce de los dedos en su espalda,

Si será que solo basta oler su dulce perfume al pasar para sellen en papel las almas su destino,

¿Entonces por qué caminando por el río me dijiste que en la noche ya no ibas a volver?

(fragmento de algún capitulo)

Ayer te fui a buscar a tu universidad. Salías cansado pero sonreiste al verme. ¿Cómo puede el viento ser tan amable con vos? ¿Cómo se atreve a volar tus rulos color castaño con tanta gracia? Tengo la habilidad de retrasar el tiempo y verte en cámara lenta. El sol es tu amigo, te acaricia los ojos y los vuelve de su color. Y escucho tu voz.

“Pensé que no ibas a llegar”.

No podría ni comenzar a explicar la aventura que fue verte. Tengo el enorme poder de poder todo cuando se trata de vos.

Acabo de recordar una carta que te escribí y nunca te envié. En realidad la tiré apenas la terminé de escribír. Pero tengo un foto. ¿Por qué le saqué una foto? La galería es eterna. No la encuentro. ¿Dónde está? Me desespera haber perdido la última carta que te escribí. ¿Dónde está? ¿Donde está? ¿Dónde?

“Quizás es algo que repetís… capaz es un aprendizaje tuyo”. No podía contener el enojo, creo que brotaba de mis ojos. Volteé el celular. Apagué la luz. Me dormí llorando. Hoy entiendo que tenías razón.

No sé por qué pasó tanto tiempo hasta poder volver a escribirte. Es como si mis dedos hubieran estado bloqueados por años. Es como si hubiera estado perdido. Es como si hubiera estado esperando que mis manos magicamente escribieran tu nombre en el teclado. Se sintió como estar sin rumbo pero a la vez con la firme idea de avanzar hacia un punto que en algun rincón de mi alma era un norte claro. Y acá estoy.

¿Cuánto pasó? O quizás es que sigo todavía ahí. Parado. Sin creer, sinsaber, que ese beso era nuestro último beso. No sé por qué pasó tanto tiempo. Miro catatónico hacia la ventana mientras espero que vuelva la oleada de inspiración. No quiero que esto sea una vómito catartico de palabras que solo quieren hablar de vos y de vos y de vos.

Ahí viene la ola.

(Otro fragmento)

"Agosto suele ser un mes extraño. Un mes frío, gris, pero que poquito a poco se empieza a teñir de primavera. Los árboles lentamente comienzan a prepararse para florecer. No le dicen a nadie, pero lo hacen. No me gusta ponerle nombre a los personajes (es extraño decirte esto) Pero Lucio pidió expresamente que lo nombre. Quiere existir en su totalidad. Quiere que vos sepas que es él. Pero no es el caso de “el otro”. Porque a él siempre le gustó estar en la sombra y no salir a la luz. No lo digo como algo malo per se. Pero no quiere que le ponga nombre. Así que lo llamaremos el otro. Aunque quizás más adelante me deje nombrarlo."

(uno más y basta)

"¿Es necesario que les cuente lo que dijeron en esa primera charla? ¿No es acaso un acto poco poético y sumamente burdo escenificar una típica escena de pelicula romántica de esas que termina todo mal y todo bien? ¿Es importante saber que el otro lo insultó por no tomar con fuerzas el paraguas y que Bruno se desdijo en perdones sin poder evitar sorprenderse de la belleza del otro? ¿Vale la pena decir que el otro continuó como si nada? ¿Sirve de algo contarles que Bruno sintió algo en su estomago? ¿Amor? ¿Era capaz Bruno de enamorarse a primera vista?" ... "Conociendo la historia, creo que justamente es lo último que deberían haber hecho: apurarse. Pero lo hicieron y llegaron. Tarde. Por lo que tuvieron que sentarse juntos en un rincón mientras la música sonaba estruendosa y evidenciaba que el show no había esperado por ellos. Las melodías aturdian la mente de Lucio que procesaba estar sentado al lado del chico que le quitó por un breve instante su respiración."

Se vé que me gusta mucho más enamorarme que vivir el amor.

Migue escribe cosas.