Escribo a gritos.

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Los preferidos de VOX. (¿Y de vos?).

26 millones sobramos en esa España idealizada por los franquistas, por las derechas de este país, por el personal de bandera y vivas al rey.

26 millones de balas hacen falta para dejar esto como una patena.

No mató Franco lo suficiente en su cruzada y en lo siguiente. Hay que volver a la faena.

26 millones, con nombres y apellidos. Hoy es fácil dar con ellos. Con nosotros. Miren este muro.

En muchos lugares ( pongamos de ejemplo a EEUU), durante mucho tiempo, y todavía, hubo un odio profundo y extremo de una parte de la población a otra. Un odio irracional pero firme y perpetuo. Se odiaba a muchos sin conocerlos ni saber de su existencia concreta, de su vida, de su hacer, de su bondad ni su maldad. Se odiaba a otros porque eran negros.

Yo soy negro.

¿O soy rojo?

En realidad da igual el color. El asunto es que hay gente que me odia y me quiere muerto sin siquiera saber mi nombre.

26 millones somos.

¿Montamos un partido?

Fusilados Unidos.

FU: bufido de gato. Voz de desprecio.

Unión de fusilados.

UF: cansancio, fastidio o sofocación.

(No sé. No sé).

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¿Lees, facha?

El control de los Pueblos se ejerce de muchos modos, pero es desde la Educación desde donde mejores resultados se obtienen.

Un bajo nivel educativo, un sistema que busque la obediencia, la sumisión, la memorización, dejando de lado la racionalización, el interés por el conocimiento, la búsqueda de la verdad, el desarrollo del propio criterio, conseguirá los objetivos que el Poder precisa: gentes que acepten su suerte, que no cuestionen el Sistema, que, al fin, defiendan al opresor y odien al oprimido.

Ese es el modo.

El Sistena educativo es una enorme mierda.

Miren a su alrededor

¿Conocen a alguien que vaya feliz al colegio o al instituto? ¿Alguien lee en vez de mirar la tele?

La biblio bus, que aparca en mi puerta, nunca tiene clientes.

El hecho de adquirir conocimientos y experiencias culturales y vitales debería suponer un gozo diario, pero, nada de eso, muy al contrario, resulta ser un suplicio.

Se aprueban (o no) las asignaturas, pero no interesa lo que de ellas se desprende. Algo queda en las cabezas y a eso se le llama cultura.

No se adquieren conocimientos de forma amable. Todo es obligado, y el premio, unas notas en rojo en la esquina superior derecha, que califican a las personas como aptas o no para según que progresión en la sociedad.

La individualidad es ignorada y aplastada. Todas las personas han de ser lo mismo y servir para lo mismo:

Mano de obra esclava y sumisa.

Ser educador es un honorable y honrado modo de estar en la vida. O debería serlo.

Lo malo es ser cómplice del Sistema que aplasta la creatividad, la libertad, la solidaridad, la colaboración. La vida.

La Educación que se imparte desde el Estado es nefasta para el avance de la sociedad y para la consecución de la Libertad del Pueblo.

Gana el Sistema.

¿Lees, facha?

Pues no leer (es decir, no tener interés alguno por el pensamiento de quienes han sabido pensar, no mostrar ningún aprecio por la cultura, por la ciencia, por la filosofía), es modo tranquilo de estar en la vida, pero hace mucho, mucho daño al presente y al futuro porque lo dejas todo en manos de quienes siempre han sabido que un Pueblo culto acabaría con los privilegios de los menos y conseguiría derechos para los más.

Sé que no has llegado hasta aquí leyendo, pero por probarlo y para que atiendas, pues lo único que buscas aquí es ver si te ofendo: Fachapobre, vecino, no eres más tonto porque es imposible (hablo de política, de lo demás de tu vida, me abstengo).

Y también es tu culpa, tú gran culpa, no solo del Sistema.

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La rebeldía primera está en empeñarse en el conocimiento. En ir más allá de lo que quieren, en no conformarse con lo que venden en la tele (a tiempo completo, no solo en lo que llaman anuncios).

Ser rebelde no es decir muchos tacos, sentarse de lado, no atender en clase, alzar la voz en el bar, ser del Atleti, emborracharse y cantar "Oh Virgen de las Nieves", vestir raro; ser rebelde es otra cosa. Muy diferente.

Aunque no quieras, lo entiendes.