Escena de amor

Estaba ingresando a la cafetería más famosa de mi barrio, me senté en una de las mesas en las cuales a mi derecha había una chica en su ordenador y a mi izquierda sólo se podía notar mi propio reflejo debido a las fuertes luces. Un hombre se acercó a dejarme el menú, opté por unos simples tostados con café. Aún quedaba la cena y ya había tenido un buen almuerzo.

Mi pedido llego pero al alzar la vista para dar las gracias, unos ojos verdes detuvieron mi mundo, como si se hubiese congelado la cafetería en un milisegundo. Eres un desconocido que ha traído mi merienda y se ha llevado todo de mí.

No podías quedarte pero dejaste escrito algo en mi servilleta, tu número de teléfono. Te observo pasar haciendo tu trabajo sin quitar de mi mente como el estar frente a ti hacia que ya nada me importase más.

Dicen que la primera impresión es lo que más importa y debe de ser una buena pero a mi ya no me generaba interés hacerlo mientras tú estés conmigo.