Todo empezó esa noche, en ese concierto, sonaba esa canción que tanto nos hizo saltar, que nos hizo gritar. Nos vimos a los ojos y me di cuenta que brillaban más que el show, más que cualquier cosa, y en ese momento sentí conexión.
Vivimos la canción, una al lado de la otra, disfrutando al lado de cientos de personas, pero de un momento a otro desapareciste entre la multitud, te busqué, más no te encontré y pensé que ibas a quedar como un lindo recuerdo, como un instante, como un brillo efímero.
Pero el destino, tan testarudo y fantástico, ganó la ronda y me permitió volver a ver tus ojos.
Pero nuestras palabras quedaron a medias, el miedo nos arropó y las cicatrices salieron a la luz, quisimos quedarnos pero arriesgar era más difícil que soltar.
Y ahora, escucho esa canción de fondo, mientras vuelvo a esa noche, y pienso en ti. Y en cómo esa canción me recuerda el brillo que pude recibir de tí.
-S.R
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