Es que nada sirve cuando amas.
Es que callar es casi como un vacío
que no se llena jamás, pero,
al mismo tiempo,
otorga la tranquilidad de no perderlo.
Y no sé si lo merezco completamente,
pero tampoco quiero arriesgarme a
perder lo poco que me pertenece.
Aun así, siento que estallo siempre.
Es como nunca poder equilibrar aquella
parte de necesitarlo y de querer soltarlo.
No sé amar correctamente, y sé que,
en realidad,
nadie sabe realmente hacerlo.
Pero me aterra tanto jamás saberlo hacer,
porque no quiero perderme la
oportunidad de sentir lo que es ser
amada por él.
Pero no soy valiente; jamás supe serlo.
Y no sé si es porque mi cabeza no
funciona como la de todos,
o si es porque el terror es demasiado
para soportarlo, pero sé que,
arriesgándome,
tengo mucho más que perder.
Porque,
¿y si a él no le pasa nada?
¿Cómo podría recuperarme
luego de algo así?
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