Es lunes

Es lunes.

Descubrí que los caballos roban, roban términos y significados. Galopante, galopar, galopada -yo galopada- porque son términos de les humanes que en ciertos momentos dejan rienda suelta a la ansiedad y la misma les galopa el pecho.

O los recuerdos.

O el hambre.

O los nervios.

O las ganas.

O la concentración.

La nube encapotada en las montañas como mi cabeza y su propia bruma cuando percibe la innegable distancia física de manera racional.

El otro día le dije a una amiga: pasaron demasiadas cosas esta semana, pero no acá, allá.

Siento la distancia en el cuerpo de manera consciente y aparece el galope. A veces se complica sentirse -emocionalmente- parte de un lugar mientras que vivís en otro porque te disocias.

Cuando te galopa es como que ya no te deja sentir.

Te deja ahí,

enajenada.

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no es tan lindo nunca poder bajar 2 minutos y percibirte en ¿casa? me gusta creer que soy de dónde estoy pero es un poco mentira para convencerme de que el camino es este. De que está bien no ser de donde estoy. de que está bien elegir no vivir en casa; ni en ninguna casa.

Vivir en todos lados. Pero así no vivir en ninguno.

Igual el(mi) camino -por ahora- sigue siendo este pero quisiera que estuviese más cerquita de mi barrio. El barrio ese del que hablo, ese lugar al que le digo: allá.

(Quizá ni entienden lo que digo porque la verdad es que escribo para mí. Igual perdónenme con que siempre hablo de lo mismo pero es de la única forma que escribo; aunque no hay que pedir perdón por escribir.)