— Ya van 20 que salen y no regresan. ¿Qué vamos a hacer comandante? ¿cómo vamos a proceder? ¿Enviamos a los grandes 9?
Los soldados estaban inquietos, nadie sabia que pasaba. El comandante molesto le contestó.
— ¿Estás loco? ¿¡Los grandes 9, solo por ese espacio?! No, no. Ni hablar. No los llamaré por algo tan trivial.
— ¡trivial! ¡TRIVIAL HA DICHO! OIGA PODRÁ SER EL COMANDANTE Y TODO LO QUE QUIERA. PERO MI HIJO ESTABA EN ESA TROPA Y LO LLAMA ¡¡¡TRIVIAL!!!
Enardeció el señor Augusto. Tenía tiempo que no lo veía tan molesto. Estaba en deuda con él y por el torpe de Peter. Me preguntó... si será eso lo que me hizo hablar.
— eh eh, calma señor Augusto. No es necesario alterarse tanto. Ya sabe como es Peter. Seguro que esta bien.
Dije tratando de calmar el ambiente. Pero ni yo sabia que hacer. ¿Qué hacía yo ahí para empezar? Apenas me estaba enlistando
— ¡SILENCIO!
Vociferó el comandante.
— señor por favor, salga. Le avisaremos en cuan...
— Ahí van, otra vez con sus "todo esta bien", "les estare informando". No! Ya bastá, iré a buscarlo yo mismo. Permiso.
Tuve que detenerlo. No podía dejarlo ir así. Ya es mayor. Lo agarre para evitar que saliera. Fui más rápido que el soldado a su lado. Si no lo hubiera hecho, el estaría aquí o seria el soldado. Ah, me estoy cansando.
— Tranquilo. Ya saldré yo a buscarlo.
— ¿qué? No puedes, eres un novato. No sabes como es allá afuera.
Si hubiera escuchado a ese soldado, ¿seria diferente?
— dejelo ir.
Declaró el comandante.
— pero señor, solo es un chico.
— se enlistó por voluntad propia. Tiene agallas. Dejelo experimentar el campo.
Tenía razón. Me enliste yo mismo. Pero porqué no tenia a donde más ir. No podia depender del señor Augusto por siempre.
Su cara... ¿por qué será que me veía así?.
— no me ponga esa cara señor. Ya me conoce bien. Siempre vuelvo.
Le sonreí. Quería que se sintiera seguro. Ahora, me pregunto si está igual o más nervioso.
Oh... señor Augusto, ya vi a Peter.
— Bueno ya estoy listo. Volveré pronto señor. ¡Voy al campo mi comandante!
— PERMISO CONCEDIDO
En la habitación, él chico no comprendia porque habían tantas. Se preguntaba si había algo que las estaba llamando. Joder, ya iban 20.
— ah, tendré que fumigar. Me estoy cansando de tantas moscas... Ah perfecto, ahí viene otra más.

Rudimentario
Practico. Me gustaria escribir y publicar algún dia aunque sea una de las tantas historias que viven solo en mi cabeza.
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