Entre risas y tonterías,
nuestros labios se rozaron.
¿O tal vez fue el sueño de ayer?
No importa,
solo sé que se sintió como besar
un ángel y alejarme fue como
caer a la tierra otra vez.
Es como nadar entre nubes,
persiguiendo el sol.
Vos, mi sol, el sol de mi mundo.
Tu mirada se siente como la calidez
del sol cuando recorre mi cuerpo,
calentando cada parte que solía
ser helada por el frío que recorre mi casa.
Estar en tus brazos es como dormir un
sueño eterno del que no deseo despertar.
En una fantasía que me mantiene
dormida y que,
por momentos,
se siente irreal sentir tanto.
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