Entre el dolor y la aceptación del presente.

Me encuentro en el mismo rincón en cuál supe la verdad, en el que entendía todo pero aún así no comprendia el dolor que tenía que soportar.

En mis sueños me hablaste de una segunda oportunidad, aparecías para poder yo aprovecharte, amarte más; que estupidez los sueños que tocan la llaga y te atormentan tu verdad.

Ahora acá en el dolor que me invade todo el cuerpo me tiembla la voz, me desgarra cada recuerdo y tantas ganas de querer dejar de pensar en vos.

Poder encontrar el hueco que me deja en el momento que me olvidó dónde estoy, dónde estás.

Pero por ahí dicen que sentir el dolor está bien, que hay que atravesarlo, que permite limpiarte.

Si es así, de él no puedo quejarme.

Solo te pido, si esa segunda oportunidad existe, que sea la de nunca dejar de amarte. Que en la alegría que nace cuando recuerde el amor que me diste, la vida que vivimos, que nunca se terminé la hermosa sensación de saber que fui amada, del amor más sincero único y armonioso. Envíame más amor, más amor del que pudimos disfrutar que yo acá en mi presente lloraré, quizás juzgue un poco a la vida pero cuando la tormenta calme se que me abraza tu compañía y una divina vida.

Te envío fuerzas, y un gran abrazo si un ángel te guía, gracias por leer.