Lo supe,
pero me hice el que no.
Me fui quedando,
como quien se olvida de cruzar
y reacciona con el silbido de alguien más.
No hubo carta,
ni palabras,
solo pizza a las brasas
(comida de muy mala gana…).
Desde entonces,
entendí lo que era la playa:
un borde,
una tregua,
un suspiro entre el límite
de la tierra y el agua,
la guerra y la tregua.
Entoces, lo que tanto soñabas
fue efímeramente perfecto.
Impensado que haya empezado
tanto tiempo atrás,
y que nunca
nos dimos cuenta
de que ya había empezado.
Y ahora,
lo que me carcome
es lo que no sé,
lo que hizo que esta vez
finja que no te vi.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión