mobile isologo
    buscar...

    Entrada de diario

    May 9, 2025

    0
    Entrada de diario
    Empieza a escribir gratis en quaderno

    Pasó mucho tiempo desde la última vez que hablamos. No sé cuántos días, cuántos meses… no sé cuánto. Me encantaría poder decir que no te extraño, del mismo modo en que vos no me extrañás. Pero la realidad es que sí. Te extraño.

    Te extraño en momentos raros, por estos días más que nunca, y escucho nuestra canción. Esa que, aunque vos pensás que no, todavía tengo guardada.

    Tengo miedo porque perdí un amor, perdí a un amigo, estoy vuelta a tener que verte desde lejos, como si quizás siempre hubiese estado destinado a ser así. Tengo miedo a no poder olvidarte. Miedo de no poder amar a nadie más como se supone que debería. Miedo de estar al lado de alguien y, aun así, pensar en vos. Y que me sigan pasando cosas. Pero más miedo que todo eso da el hecho efectivo de haber perdido a la persona que más logré querer.

    Si me preguntases, te diría que me habitan muchos miedos. Muchas tristezas. Tal vez incluso me quede algún enojo. Me queda también un perdón que todavía merece lo que hice, te lastimé cuando, en mi intento de no herirte con todo lo que estaba sintiendo, en no querer ser cruel, ni directa, lo único que logré fue alejarte más, herirte más.

    Hoy creo que lograste algo que yo no. Y eso me desespera: lograste olvidarte. De nosotros. Del tiempo. De todo. Pasar al capítulo siguiente. Y yo, sigo atada al pasado. A lo que tuvimos. A lo que fuiste.

    Hoy ya no querés hablar conmigo. Supongo que, en algún momento, tomaste la decisión que yo nunca me animé a tomar: cuando sentiste el dolor, cortaste de raíz.

    Trato de no enojarme cuando recuerdo todas las veces que me hiciste daño y, aun así, me mantuve ahí, nunca te alejé. Supongo que ambos hicimos daño. Y quizás ninguno de los dos esté dispuesto a asumir su parte. Quizá simplemente ya no me querés ver más.

    No puedo negar que hay una parte de mí que se siente decepcionada. Porque yo nunca te cerré la puerta así. Siempre estuve ahí. Incluso cuando me hiciste cosas que me dolieron muchísimo, seguí estando. A una llamada de distancia. Y cada vez que me lastimaste, si me necesitabas, levantabas el teléfono, y sabías que yo iba a contestar. Me quedé esperando, ilusa, lo mismo.

    Aún así te diría que te amo. A veces se hace agotador. Quiero aprender a no hacerlo más. A dejar de pensarte. Tengo miedo porque no veo un futuro claro. Me convertí, para vos, en una más. En algo ordinario. Y vos, para mí, seguís siendo esa persona ridículamente extraordinaria que vi desde el primer momento en que te conocí.

    Me pregunté mil veces cómo se sigue una historia cuando una llora por algo que ya no puede darse. Siento tantas cosas que nunca dije, cosas de las que nunca pudimos hablar, que hoy pasa el tiempo y tampoco tengo respuestas.

    Ya no puedo hacer otra cosa más que preguntarme si a veces pensás en mí. Aunque no lo creo; aunque no lo creo.

    No sé cómo soltar. Y no sé si estoy agarrándome de algo de lo que realmente podría volver a ser. Creo que ya marcaste tu camino, y yo el mío. Y que esos caminos ya no coinciden.

    Intenté ser todo lo que podía. Probé estar enojada. Probé reírme. Probé estar feliz. Probé soltarte con amor y con bronca. Probé estar triste. Probé ser una hija de puta. Probé ser buena. Probé todo. Todo lo que se me ocurrió para sacarte de adentro mío. Para dejar de pensarte. Para olvidarte. Para poder verte como una persona más y no como ese ser humano que, con solo estar, me desarma entera.

    Han pasado los años y la historia es siempre la misma, vos olvidás, yo recuerdo, siempre recuerdo, un día me voy a morir de tanto recordar.

    αγάπη

    Comentarios

    No hay comentarios todavía, sé el primero!

    Debes iniciar sesión para comentar

    Iniciar sesión