ENTONCES
Entonces todo era felicidad
y olor a mandarinas en las manos.
Quisiera retornar a esas
tardes de callados baldíos,
y oír otra vez el grito triunfal
de “piedra libre para todos”
O, cuando Silvina, jugando decía:
“pisa pisuela, color de ciruela”,
y mis ojos eran felices.
Así fue mi niñez: tan sencilla
que cabía en un recreo.
Ahora extraño
en los Seis de Enero,
no ver bajo las ventanas
el pasto recién cortado
y el balde lleno de agua.

Roberto Dario Salica
Roberto Darío Salica Escritor de Córdoba, Argentina. A la fecha, ha publicado cinco libros, uno de cuentos para niños, poemas, relatos de la infancia y de relatos fantásticos.
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