Despues de aquel encuentro...
Quise más tiempo de ti,
chiquito lindo...
Mis pies buscaron los tuyos en silencio,
Se acercaban de a poco a tu piel,
intentando acicalar cada pequeña parte tuya,
cada roce un puente hacia tu raíz.
No me atreví a tanta intimidad,
pero mi alma ya andaba contigo
entre los mensajes y las palabras que no dijimos.
Cuando mis dedos tocaron los tuyos,
me rendí y me encontré a la vez.
Tu palma abierta contenía mi mundo entero.
Tus besos hicieron esperar al deseo.
Cuando me acercaba y me hacias esperar
Temblaba como un río
que sabe que la orilla está cerca pero no llega.
Como un sediento deseoso del agua.
Me entregué a ti, sumisa,
dejando que cada movimiento tuyo dibujara mi entrega.
Me sentí diminuta en ti,
como un suspiro que se cuela entre tus brazos.
Cada caricia era un secreto nuestro.
El calor, la respiración, la piel sobre piel,
el instante se hizo eterno.
Si pudiera, haría que este mundo existiera siempre,
Un mundo tuyo
mio
nuestro....
un refugio donde nuestras pieles se encuentran, sin juicio.
Cierro los ojos.
El deseo vuelve, firme, insistente,
susurrando que aún quiero más de ti.
Lo nuestro no fue casualidad.
Un hilo antiguo nos trajo aquí.
Sé dónde está mi casa:
en tus pies,
en tus manos,
en mi alma temblando junto a la tuya.
Susurro tu nombre en secreto,
chiquito lindo.
Todo se reduce a este instante.
Solo tú y yo.
Solo nuestra entrega.
Volviendo todo un infinito.
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Blanca Cruz Gálvez
Hola 🌍 No considero mi escritura un poema, pero me gusta relatar mis sentimientos 🍄
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