te estuve esperando
como la gente espera un eclipse.
te estuve llamando,
esperando a que algún día contestes,
y aunque por un momento perdí la esperanza
llegaste para demostrarme
que la espera valió la pena.
recuerdo los domingos de lluvia
y no hablo del clima de afuera
sino, el de adentro.
mi alma estaba nublada
y mi corazón en eterno granizo.
me acuerdo de las lágrimas que quedaron marcadas en mi cuaderno favorito,
ese en donde escribía lo mal que me sentía cuando sabía que me querían poquito.
no me olvido de que me desvelaba
para sufrir en silencio,
para que nadie se preocupara.
intenté pedir ayuda a gritos silenciosos,
rogando para que alguien me conociera tanto
como para entender la manera en la que demuestro necesitar un empujoncito.
quizás es egoísta no decirlo directamente
pero mis cuerdas vocales parecían desvanecerse
cuando trataba de expresarme debidamente.
hasta que llegaste
y sin siquiera conocerme
reconociste mi malestar
y no de manera intencional
lograste lo que en años
nadie más pudo lograr.
aunque no te pedí ayuda
igualmente estuviste ahí para escuchar
me amaste inclusive cuando yo no sabía amar
aguantaste cada inmadurez
y me enseñaste a madurar cada vez más.
de lo rota que estaba
había perdido la habilidad de saber querer
de saber expresar mis sentimientos
para hacerte una carta,
para brindarte aliento
o para simplemente hacerte saber
que te iba a querer
a pesar de que pase el tiempo.
siendo tan dura conmigo misma
olvidé que no debía ser así con los demás
todo me causaba mucha inseguridad.
y perdón si en algún momento te hice ver como el culpable
de una situación
en la cual no tuviste la culpa vos.
por mucho tiempo
me demostraron
que el amor
era tóxico y despiadado
y, lamentablemente,
al inicio de relación
se me fueron un poco las manos
y te herí sin intención.
aunque sé que no lo hice con maldad
y mucho menos intentando ocasionar un mal
me disculpo hasta de rodillas
por haberte hecho pasar
un tiempo de tormenta y tempestad.
siempre te quise y te vi como lo más mágico que podía haber encontrado
pero por mi corazón en mal estado
y mi mente siempre desconfiando
hubieron cosas que no estuvieron bien de mi parte.
estando siempre a la defensiva,
queriendo no demostrar mi tan profundo amor
terminé lastimándote sin razón.
quizás mis actitudes no fueron tan graves
y ahora, con mi forma de amarte y quererte
haya podido sanar cada error
pero sigo queriendo
volver al pasado
para poder advertirme antes
que necesitaba perder mi antigua versión
para encontrarte a vos,
para entender que el amor verdadero no se mide por el tiempo
sino por la intensidad con la que se siente.
así que no voy a volver al pasado,
no te voy a buscar en los recuerdos malos,
porque ya te tengo conmigo
en mi presente, en mi corazón, en mi alma,
siendo felices.
y juntos continuaremos para adelante,
sin miedo a equivocarnos,
porque sabemos que el amor
siempre nos sanará
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión