Un empujón

"El enojo"

Un pez nadaba en su pequeña familia de iguales. El cielo era de un azul neblinoso. Feliz y pleno con los suyos se movía en conjunto. Habían aprendido a defenderse de lo externo. Cuidados de los peligros del mundo, de los tontos que pescan para robar vidas y verlas perecer. Uno de esos comenzó a quitarle oxígeno al agua. Todos se sintieron algo mareados. Iban desapareciendo poco a poco de lugar. El agua se volvía pesada y oscura. Poco a poco fue aislando al pequeño pez hasta meterlo en una jaula de vidrio, todavía dentro del agua. Al principio no notó nada. Había cosas extrañas que lo separaban de otros. Se quedó finalmente solo, sin entender lo que ocurría. El oxígeno empezó a aminorar su llegada a ese cubo de terror. Cuando no quedó nada comenzó a respirar solo dolor. Increiblemente seguía vivo. Justo ahí fue quitado del agua. Luego de agonizar por un largo rato, todo se volvió oscuro. La sombra a la que costó la costumbre cubrió todo su cuerpo retorcido y dolorido. El objeto tras ella exclamó:

-vivir es la opción, tu elección-

Se puede trazar una línea recta en tus acciones desde el principio. Sos un manipulador. No hay palabras que puedan expresar cómo cada cosa que decís es una tan grande provocación. Si te tuviera adelante tendría que tenerme las manos para no darte un empujón desprendido de la bronca que me produce que te atrevas a hablar de la realidad cuando hiciste todo para esconderla. Tu vida consiste en esconder la realidad.

Perspectiva y absurdo. Disculpá si no puedo pensar en la única vez que tuvimos una conversación y hubo un momento dónde no me dejé llevar, en un principio (después hiciste lo que quisiste, obvio. Tuvo sus frutos tanto bamboleo mental en medio de la oficina donde tenía que ganarme el pan) por la manipulación que venías construyendo meses y meses y meses atrás jugando con mi amistad, fuerza laboral, cariño, tiempo, explotación, poder y capacidad de afirmación en el mundo, aprendizaje y todo con lo que jugaste como si yo no fuera una persona con proyectos y vida. Y podría seguir describiendo tus acciones pero no quiero aburrirte.

Vos tenías una persona buena y comprensiva que había estirado su límite de paciencia para construir un mejor vínculo con vos y la usaste y manipulaste brutalmente.

"Sabés que soy tu amiga y podés confiar en mi. Podemos hablar de lo que sea. A mi no me grites, no me trates mal ni me levantes la voz. Sé claro en las cosas que decís. Para mi todo es hablar para resolver. Podemos hablar de todo con un mate y alegría"

No entiendo la tragedia de tener una amiga con la que pudieras hablar de todo e iba a hacerte caso si le decías que revise cosas o que te molestaban. Primero te iba a entender con empatía y quizás te decía todo que si y después iba a decirte algo bien Flanders como "revisé nuestra conversación del otro día y me di cuenta de esto aquello y lo otro". Era eso. Ahora no soy nada. Tampoco estaba tan mal. Habla mi trauma de rechazo y no se porqué me odiás tanto.

Si no te hubieras aprovechado del poder y mareado mi conciencia en todos los aspectos posibles hubieras recibido un silencio como respuesta seguido de "si necesitás hablar llamame, pero seriamente. Puedo explicar todas mis acciones y enojos" y no mucho más. Pero tu manipulación pudo más.

Recuerdo varias veces caminando. Y yo te decía que estaba enojada con vos pero no podía explicar por qué. Y recuerdo tu cara muriendo de risa bajo los árboles de la plaza. Tus subes y bajas emocionales desestabilizaban mi criterio constantemente igual que la luz de gas. Aún así llegaste a reclamar lentitud. Podrás haberte sentido traicionado, pero superando eso, no hice más que defenderme y muy efímeramente. Si es que hablás en serio. Y es la chica de mis sueños la que habla. La que su pequeña pulsión de vida, esa que lo intenta todos los días y ya casi no existe, lo necesita. Aparecés en mis sueños, como todos mis amigos. A veces te trato como si fueras de plastilina. Mi mente trata de devolverte algo de lo que me hiciste. Pero mi dignidad me lo impide. Escribo con los ojos empapados. Después de eso me torturaste hasta que renuncié al trabajo y después a mi propia vida, a mi propio hacer. No entiendo si lo estás disfrutando o quién sos.

Pueden decir mirá que PA o violenta. Pero solamemte quien haya vivido el abuso y la manipulación de primera mano va a entenderme, aunque nadie me entienda. Quienes me conocieron saben quién soy. Una no puede pasar una vida fingiendo ser buena cuando no lo és. No saben esa desesperación que se siente.

Cada disposición traicionada. Cada confusión tenía su agujero de información y ella pensaba con la mejor intensión. Cada vez que quería hablar de algo serio el se acercaba al dolor. Cada vez que ella se ponía seria el usaba su empatía para estirar un poco más. Todo tenía su excusa y su cierre con amor en su pequeña cabeza de amiga, que nunca haría mal, que nunca tenían malas intensiones ¿por qué lo harían?

Ahora ya nada tiene sentido. Todas las noches sueño con algún amigo que ahora piensa mierdas injustas de mi y pasa algo que no puedo hablar. O puedo hablar y la abrazo y somos amigas de nuevo y al otro día mi corazón despierta tratando de curar el alma con una fantasía que inventó porque ya no aguanta más este estado de cosas injusto e inexistente. Pero la vida no se puede curar. Todavía no puedo creer que las relaciones rotas en este estado de estres pos traumatico no se puedan recuperar. No importa lo que haga, no importa lo que intente. El alma necesita su santuario y la vida su lugar feliz.

Todo está absolutamente perdido. No es justo. Nada de todo es justo.

Simplemente quiero cerrar los ojos y volver a la vida la cual no encuentro razones para haber perdido porque no lo hice yo. Tomaron el control de todo. Simplememte quiero cerrar los ojos y no estar más. Y sigo pensando en complacer a mi abuela y a mis viejos y ya ni siquiera para eso tengo energía. A veces quiero ir a tomar unos mates con mi mamá pero solo voy a poder conectar cuando rinda ese final. Tengo miedo de estar muriendo y lo estoy haciendo. Ya nada tiene sentido, lo más digno es la con perspectiva.

Aunque no pueda hacerlo, no sirva de nada y no llegue ni al 1% de lo que te merecés, te daría un empujón.

(Tenía derecho a tener una vida feliz y plena. Nada me la devuelve. Haber roto mi lugar en el mundo de la manera en que lo hiciste y cómo me destrozaste como trabajadora lo hace irreversible)