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EMERGER

Jun 5, 2024

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EMERGER
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SÚPLICA

La puerta se abre, la luz ilumina la oscuridad en la que mi cuerpo yace tendido.

El fulgor tibio me calma y lentamente abro los ojos tratando de acostumbrarme a su brillo. Se siente acogedor, vibrante, emocionante y misterioso.

Me da miedo y en el estómago se instala un latido que me preocupa hasta que noto que sólo me sucede cuando veo hacia aquella puerta.

Un paso hacia adelante en su dirección se siente como si miles de hormigas recorrieran mi cuerpo y el escalofrío de temor me eriza la piel. Es ahí cuando comienzo a notar que mi mente toma forma; una figura extraña, delgada ojerosa, pálida, algo nerviosa que se aferra a mi manga y susurra preguntas que no tienen respuesta aún.

Mientras más habla, mis escalofríos son más recurrentes, el latido en el estómago se acelera a tal punto que me da náuseas.

Su voz temblorosa me ruega:

— ¡Por favor! Mantenete dentro, acá vas a estar cómoda y segura ¡Lo prometo!

No se sabe que hay allí ¡Podés salir herida! — Suplica con los ojos empapados en lágrimas.

El pié que avanzó ahora tiembla y ya no puedo avanzar. Mi mente se transforma en Incertidumbre, una figura más oscura y demacrada, que ahora llora y tira de mi brazo con tal fuerza que es imposible avanzar.

Decido quedarme y hacer lo que dice.

Tal vez tenga razón ¿vale la pena sacrificar todo lo que uno conoce por algo que es desconocido y hasta posiblemente peligroso? Es innegable que la sola idea me pone los pelos de punta... Pero también es querer descubrir la posibilidad de un nuevo hogar, una nueva aventura, una nueva experiencia ¡Algo nuevo!

La puerta sigue abierta ¿Quién sabe por cuánto? Y ese misterioso fulgor sigue llenando de luz cada parte de mi ser.

Me paro y nuevamente doy el primer paso. La extraña figura de la Incertidumbre se materializa y las preguntas zumban en mis oídos:

— ¿Cómo será? Si salís ¿Podrías volver?¿Cómo vas a subsistir?¿Cómo te vas a defender?¿Vas a ser capaz de afrontarlo?Y si sale mal ¿Te querrán?¿Te odiarán?¿Te temerán?¿Te humillarán?¿Vas a ser suficientemente fuerte?¿Vas a ser suficientemente inteligente?¿Vas a ser suficientemente hábil?¿VAS A SER SUFICIENTE PARA ESE MUNDO?

Estas palabras me pesan como 100 elefantes en la espalda y aunque quiera avanzar, mis fuerzas poco a poco ceden, hasta que caigo rendida ante la figura temblorosa de la Incertidumbre.

DESICIÓN

Nuevamente despierto y lo único que busco es que la puerta siga abierta. Rápidamente compruebo que efectivamente ésta sigue abierta, pero esta vez, se encuentra entornada.

Me preocupa que se cierre para siempre.

Decido, sólo por ésta vez, no intentar cruzar. Pero, analizo todas las posibilidades como si de una balanza se tratase. Por cada incertidumbre, empaco lo necesario en una mochila para contrarrestarla.

— ¿Cómo será? — repito en voz baja.

Empaco una cámara para capturar cada detalle.

— Si salís ¿Podrías volver? – Susurra persuasiva la Incertidumbre.

Un cuaderno en blanco guardo para diagramar el camino y saber cómo regresar.

–¿Cómo vas a subsistir? — Retruca.

Guardo mis experiencias y conocimientos en libros. Para ayudar a cambio de lo que necesite.

– ¿Cómo te vas a defender?¿Vas a ser capaz de afrontarlo? – Susurra preocupada la Incertidumbre.

De la mesa de luz, tomo un relicario. Éste está lleno de recuerdos de enfrentamientos de toda índole de la que fuí testigo.

Contiene una brillante gema blanca en el centro y al abrirlo inscribe: "Valentía, honor, fuerza y piedad".

Nerviosa, la Incertidumbre exclama:

– ¿Y si acaso sale mal?¿Te querrán?¿Te odiarán?¿Te temerán?¿Te humillarán? –

De un viejo armario tomo una vieja campera, robusta y acogedora.

Dentro de un bolsillo hay una tarjeta que cita:

"Ésta, tu Personalidad, ha de ser robusta y acogedora para adentrarse al corazón de cualquier persona. Robusta como el Respeto y la Voluntad para ser inflanqueable. Más acogedora, como la Humildad y la Honestidad para saber aceptar errores y resarcirlos."

Desconsolada, la Incertidumbre intenta por última vez:

–¿Vas a ser suficientemente fuerte, inteligente y hábil? ¡¿VAS A SER SUFICIENTE PARA ESE MUNDO?!

Por más que busco, no hay nada que pueda contrarrestar tal presión.

Una y otra vez hurgo la mochila, el armario, debajo de la cama, la mesa de luz... y nada.

Camino en círculos, los ojos se me llenan de lágrimas.

¡Casi lo tenía!

La ira me domina.

El calor corre por cada centímetro de mi cuerpo. Y ya no sé qué es lo que más ira me da.

El hecho de no poder lograr salir o el hecho de la tristeza que me da tener que pasar la eternidad encerrado en la oscuridad con la mente nerviosa y la Incertidumbre zumbando al oído.

Mis ojos ya no ven de tantas lágrimas.

Mi voz se ahoga en sollozos incontrolables.

El temblor de mi cuerpo se acelera y sé que tengo que tomar una decisión antes que la puerta se cierre para siempre.

Hasta que en un grito desesperado, enorme, fuerte, colosal logro sacar todas esas presiones que tienen a mi cuerpo preso del temor.

Las lágrimas cayeron en forma de gotas de cristal.

Las recolecto cuidadosamente en un frasco. Y camino ¡Al fin! hacia la puerta.

En el marco giro a ver a la Incertidumbre una última vez y le dije:

– La Perseverancia será mi brújula y la Convicción mi maestra.

Pero ninguno de todos los males será tan siniestro como el temor que siento cuando la luz se va y me encuentro encerrada con vos INCERTIDUMBRE.

Y aunque sé que intentas protegerme, tu amor me mantiene presa del conformismo.

Es por esto que debo despedirme para siempre."

Chiara Antichi

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