Vamos a hablar sobre ella: vecina nacida en Bariloche, amante de la naturaleza y el frío, le encanta ver y sentir la nieve en invierno. Todos los años lo espera con ansias.
Sus padres hicieron lo que pudieron, como todos. Ninguno tuvo malas intenciones nunca, le dieron una infancia divertida. Cuando cumplió 16 años conoció a su primera pareja, quien decidió separarse cuando se enteró que ella estaba embarazada, de él. Hasta terminar el secundario tuvo el apoyo de sus padres que se ocuparon de cuidar a Lupe mientras ella iba a clases y estudiaba.
Al cumplir los 18, el 20 de diciembre, decidió irse a Buenos Aires para sorpresa de todos. ¿Sola? Jamás. Siempre con Lupe.
En Buenos Aires consiguió un monoambiente, confortante y luminoso. Era chiquito pero ellas no necesitaban mucho, y de paso, siempre la podía estar observando a Lupe, que era bastante traviesa. Había ahorrado lo suficiente para poder pagar el mes de adelanto, la garantía y el mes de alquiler. No le importó, tenía fe en que conseguiría un trabajo rápido. Lo que consiguió rápido fue un novio, vecino de enfrente que se enamoró de ella ni bien la vio.
Él también la ayudaba con Lupe cuando tenía entrevistas de trabajo, y le prestó plata para pagar el alquiler del mes próximo y el siguiente, porque todavía trabajo no conseguía. Nunca les dije el nombre, ¿verdad? Ella se llama Violeta y su color favorito es el verde, feminista hasta en eso.
Lautaro, buenísimo, morocho, alto, siempre olía bien, la amaba como si la conociera de toda la vida. Les hacía la comida, nunca le pedía nada y siempre le ofrecía todo. Le hacía bien ayudarla, era feliz cuando la veía sonreír y con Lupe era un amor.
A los 3 meses de vivir en Buenos Aires por fin consiguió un trabajo, en un supermercado chino. No tenía idea de chino y los chinos no tenían ni idea del español, pero se pudieron entender, ponele. Ella aprendió todo sobre el supermercado, hasta a cantar las canciones en chino. Era gracioso porque no le pegaba ni a una sola palabra. Los dueños la querían, la querían mucho.
Cuando por fin pudo devolverle a Lauti todo lo que le había prestado, él habiendo luchado para que no lo haga pero batalla perdida en fin, se decidió por estudiar puericultura, había sufrido mucho ese tema y quería ayudar a otras mujeres a que no pasen por eso.
Violeta tiene más de 500mil seguidoras en Instagram a quienes ayudó y sigue ayudando. Su foto de perfil es Lupe cuando era chiquita, en la nieve, con un gorrito verde.
Ahora está felizmente casada con Lautaro, quien adoptó a la peque a sus 5 años. Lupe ya tiene 18 y no sabe qué va a hacer de su vida, tampoco le importa, por lo pronto... su mamá y su papá están felices de que viva con ellos.
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