Elegía

Y un día recordé su voz. Ya olvidada

Enterrada en lo más profundo de mi mente

Un torrente de emociones crudas

Cruzaban ante mis ojos, rojos, lagrimeantes, sintientes

El remordimiento volvió, la culpa de la que me desligué regresó

Rompiendo día a día la poca cordura que desde aquél último sueño quedó

Fue mi culpa, ¿fue mi culpa? ¿Que importa si fue así?

Yo lo creí, yo lo viví, lo sentí cada segundo de mi existir

Si existiera una cura, sería mentira, una irrealidad absoluta

Absurda como ella sola, dando vueltas en mi mente, gritando que resista

Pues aunque increíble, trágico e ilógico que suene

Luego de años de olvidarme ese sonido. Su voz, con más fuerza, ahora hace eco en mi mente

Pidiendo que le salve, rogándome ayuda

Aunque de día lo aluda, roza la irrealidad que el gris de sus ojos aún me aturda

Su piel de porcelana, sus labios rotos. Cabello pintado, y un alma desligado de la vida

El humo no es suficiente, el alcohol me hace alucinar. Con los años no lo olvidé, enterrado en mi cabeza

Resuena en mi alma su voz preguntando si podré salvarle... en otra vida.