No todos temen al rechazo
algunos temen a ese amor de verdad,
Ese que no se gana,
ese que simplemente llega.
Porque si alguien ve quién soy —de verdad—
si escarba más allá de mi mirada y mi gesto amable,
¿Y si no le gusta lo que encuentra?
¿Y si se me conoce a profundidad y se va?
Y sí, cuando toda la vida te han querido con condiciones,
el afecto sin requisitos da vértigo.
Aprender a recibir sin hacer nada a cambio
es como caminar sin suelo.
Y uno piensa:
si me muestro, si me abro,
¿seré suficiente sin adornos, sin esfuerzo?
Y la respuesta es sí, eres suficiente tal como eres.
Porque amar sin máscaras
es el acto más valiente del alma.
Y dejarse amar así
es dejar de huir de lo que merecemos.
Amar no es solo hallar a alguien,
es también aprender a quedarte
cuando te conocen a profundidad.
Y sostener el amor,
sin dejar de ser uno mismo.
Así que no, Vidalina,
no te pasa nada raro.
¡Tranquila!
Estás aprendiendo
a recibir aquello
que durante años
creíste que no era para ti.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión