La casa se siente sola desde aquella tarde de abril que decidiste irte. El verano ha llegado de nuevo y ya no se siente cálido, ya no me gusta pisar la arena con los pies descalzos, ya no abro la ventana para ver como la brisa mueve las hojas de los árboles, pero siempre me preparo un café por las mañanas con la esperanza de encontrarte en la cocina.
Aún conservo el hábito de escuchar boleros, pero me hacen añorar más tu presencia. Recuerdo tu risa, tu cuerpo siendo uno solo con la melodía, hoy te extraño y no estás, hoy te extraño y no volverás.
Amor mío regresa, calma la tempestad de mi alma. Vuelve, en enero o diciembre quzás agosto o septiembre pero vuelve. No dejes que te olvide ¿cómo sería capáz de olvidarte? Pero ten paz, camina y avanza yo te esperaré en casa.
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