Cada pata funciona con elegancia, así como la suavidad de sus pasos. Recorre los techos con un poco de arrogancia y desdén, mirando a los pobres humanos que tienen que trabajar día a día, mientras se regocija en el calor del tejado. En una casa de Argentina, camina sobre el teclado de la computadora de una universitaria. En un barrio comercial en Vietnam, se roba un pescado del puesto de un vendedor. No tiene vergüenza de encontrar en su vida diaria el placer. Su mirada puede ser tan afilada como encandilada. En Japón, hace miles de años, una mujer cortaba la manga de su kimono para no despertarlo; una de las más altas formas de afecto durante el imperio. Este ser, tan vago, feroz y pequeño, es el gato.
El gato nunca va a hacerle caso a nadie. En todo caso, si se ve amenazado, escapa para volver a intentarlo más tarde. Vive por y para él. Si necesita amor, va a pedirlo. Si no lo necesita, no dudará en alejarse con sus diminutas y asesinas uñas. En caso de que te ganes su respeto, pasará más tiempo a tu lado. Si bien la vagancia es su estilo, se adapta a las rutinas. Puede salir a la misma hora a cazar por la tarde, como volver a la mañana a exigir su desayuno.
Sin embargo, cada gato es un mundo. El gato de departamento es un poco más tímido. Hay gatos que simplemente aparecen y se autoproclaman tu nuevo rey. Gatos peleadores, gatos tranquilos. Hay gatas con manchas que parecen flequillos o delineados. Algunos se te acercan y otros te esperan.
Hemingway decía que “un gato te lleva a otro” y en su casa de Florida fue acompañado por más de 30 gatos. Destacaba que los gatos no ocultan sus sentimientos. Da Vinci comentaba que “el felino más pequeño es una obra maestra”, esbozando once dibujos en oda a estas pequeñas obras de arte. De Louis Wain se han contado miles de historias en cuanto a sus gatos antropomorfos: que era un pintor con esquizofrenia, que los pintaba en honor a su esposa enferma. Pero desde pequeño tenía afecto por los felinos.
El gato es el único animal que pudo domesticar al orgullo humano. El único capaz de demostrarnos que no nos pertenece y cuyo amor es por elección y respeto. Tal vez, nuestra admiración reside en que su pequeña figura nos recuerda que la libertad y el placer en la vida no son negociables, dignas de existir sin remordimientos.
-----------------------
Si te gustó, podés visitar mi página para más textos https://lavarelascriptor.notion.site/Lara-Varela-2c288ceba7a980f38c44c79ca3b19446Y o ayudarme con un cafecito https://cafecito.app/lavarelascriptor
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.


Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión