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¿El Under Vive o no vive?

Jul 2, 2024

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¿El Under Vive o no vive?
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Si los locales pensamos en la noche sanmartinense o alguna vez los visitantes tocaron de oído, a todos nos viene a la mente Soultrain, la zona de bares de Ayacucho y Perón con Orange o Chankanab a la cabeza, quizás alguna joda de barrio con rkt autóctono. Nadie se espera que en un sótano en pleno centro de San Martín acontezca una noche a puro hip hop.

Si la montaña no va a Mahoma… ellos mismos se encargan de mostrar su arte y correr la voz para lograr un quince de junio sold out con el apoyo de su gente, el público fiel de todas las ediciones y traer nuevas caras al juego. La movida se gestó en redes y la rama se movió tanto que por stories de Instagram se anunció que “solo quedan entradas en puerta". RAF fue el epicentro del jolgorio, un pintoresco lugar que oficia de galería artística aunque se llevan a cabo diferentes actividades y resalta la importancia de contar con un espacio en la agenda en este contexto que todavía intentamos descifrar qué lugar tiene la cultura.

Cuando llegué obtuve una pulsera que - al bajar las escaleras que llevan al subsuelo - dio el acceso a disfrutar la experiencia de El Under Vive: la autogestión y el talento en su esplendor. Ingresar por la puerta principal enseña un marcado panorama: no hay dress code en la invitación, pero es como si todos los presentes tuvieran un acuerdo tácito. El streetwear se adueñó de la sala y las prendas XL son un punto en común entre los presentes. Predominan las viseras, trenzas de diferentes largos e incontables modelos de zapatillas que marcan los pasos por todo el recinto. Hay abrazos sentidos, rostros alegres, charlas de no verse hace una banda, chapitas de latas de cerveza que suenan al abrirse, alcoholes de todos los sabores pasan de mano en mano y el aroma cannábico que se mezcla con la bruma te da la bienvenida. La perspectiva es goce, disfrute y desconexión del afuera. Así comenzó este viaje.

El siguiente paso a descubrir fue el microcine: una pantalla que proyectó registros fotográficos de shows desde lo digital pasando por el material en papel a lo vieja escuela sobre mesas o contra la pared mientras en el stand lindero se pudo observar un atril, pintura fresca y un lienzo a punto de ser pintado en vivo y en directo. Kaizen, Fanci, Epic en el Lente, Av. Sanmarkids y Spelluznante: sus nombres plasmados en el flyer que me dieron en puerta pero días antes recorrió Instagram. Pude identificar a algunos de los expositores con sus propuestas solo con ver sus rincones armados mientras que a otros los conocí gracias a esta ocasión. No me quiero olvidar del b-boy Marzo en breaking que entró en calor bajo el proyector como muestra de lo que sería su intervención durante toda la fiesta. Tomo registro del lugar con fotos, guardo sus perfiles, adquiero nueva información: de eso se trata.

Artista: @art.by.kaizen.ph - Foto: @biandivanni

“Movimiento cultural surgido a principios de los años 1970 en las comunidades hispanoamericanas y afroamericanas de los barrios Neoyorquinos Bronx, Queens y Brooklyn en Estados Unidos. El hip hop se centra en la existencia de aspectos o ‘elementos’ de la cultura: El MC, el DJ, el Breakdance, el Graffiti, el Beat Box, la Moda Callejera, el Lenguaje Callejero, el Conocimiento Callejero y el Espíritu del Emprendimiento Callejero”

Días antes del evento, Hitana - una de las organizadoras - se mostró ante cámara con una serie de stories para contar de qué va Under Vive Eventos. En síntesis, además de la difusión, contó de manera descontracturada y entre bloopers que el festival tuvo cambios de aire, que sería en un nuevo formato con tres días englobados en una sola jornada y se apostó a esta unificación con la premisa del disfrute para “que nadie se quede afuera”. Cómo inició todo esto, cómo se organiza una movida así y cómo se arma un line up son preguntas que quiero saber la respuesta. Desde abajo, seguro. Y esta idea empezó a dar vueltas por mi cabeza.

Luego de su cálido recibimiento y varias secuencias en el medio, manifesté mi interés y accedió sin dudar. Contó que El Under Vive comenzó en la pandemia para “alentar que se siga compartiendo la cultura en épocas de aislamiento”. 

— Hicimos un festival multidisciplinario  que fue virtual donde se dieron talleres, shows y presentaciones via Zoom. Después de eso seguimos con las ediciones presenciales que se abocaron cien por ciento a las cuatro ramas del hip hop. Tuvimos la inicial que fue en Mendoza, después hicimos otra edición que fue acá en Buenos Aires pero la primera que duró tres días, la volvimos a repetir e hicimos un campamento de hip hop en una quinta de Merlo. Trajimos a gente de más de cuatro provincias a participar, siempre siguiendo esta metodología. Este año vimos la necesidad de hacer más ediciones para seguir haciendo cultura y expandirla en estos tiempos de contexto socio-económico difíciles. La próxima que tenemos es la anual, la que conservamos como característica por los tres años. 

Respecto a la convocatoria, “la preparamos entre todos los organizadores instruyendonos respecto a que sea gente también del under y tratamos siempre que sean de distintas zonas. En el line up nos basamos inicialmente en una propuesta que sea estética, también complementaria y acorde a la edición. Por ejemplo, si es para el show de apertura o cierre respecto a la vibe que queremos dar, si es con instrumentos, si es solamente con DJ”, explicó. ¿Qué quiere decir esto?  El equipo trata de seguir una línea sonora. “Queremos propiciar la conecta de artistas como objetivo principal, que la convocatoria sea variada y siempre teniendo en cuenta la variedad de géneros también: que el escenario sea compartido por igual”, concluyó. 

En El Under Vive se puede encontrar el mínimo requerido por la Ley de Cupo Femenino y Acceso de Artistas Mujeres a Eventos Musicales 27.539. En el Art. 2 lo solicitado es “el treinta por ciento (30%) del total de artistas solistas y/o agrupaciones musicales de la grilla” y en este caso se cumple perfectamente. 

Sin perder la esencia y la diversificación, cada edición tiene un objetivo claro y es generar esa conecta que Hitana nombró con énfasis. 

Pienso en hacer más que ese cuestionario, decido captar cada momento y ver que puede surgir. “Nadie cubre el under, me parece una idea buenísima, mandale”, dijo con entusiasmo. Después de esa frase, siguió con todas las tareas que requiere la producción y sin olvidar que horas más tarde, ella misma estaría en el escenario. Su única preocupación en ese momento parecía ser no encontrar un par de gafas y que todo salga perfecto. La mía era saber que con ese aval tuve rienda suelta para seguir adelante.

Artista: @av.sanmarkids // Foto: @biandivanni

Un showcase es, en resumen, aproximadamente veinte minutos donde un artista se tiene que vender. Contar quién es, qué hace, hacer una selección de su obra, lograr que lo escuchen, se queden con él, después lo busquen en redes y lo consuman en todas las plataformas que suba su contenido. Si el underground es emergente, brindar un espectáculo de este tipo es querer pulir una joya con visión a futuro de convertir la plata en oro.

Con la deejay turntablista BB Giza formando parte de la fiesta, los rostros visibles en esta oportunidad fueron ANG con su viaje desde Campana a cuestas y un perfil más bien de competencia, Balbi y sus jóvenes pero prometedores diecisiete años, Vickone y su mensaje de género sobre beats fuera de la zona de confort de su banda y Luckeo97, que tuvo una épica entrada al stage con una sombría ‘Fábrica de Bangers’ donde El Limbo también fue parte.

Promesas con hambre de ser reconocidos, la banca de su gente y colegas en colaboración con sus proyectos personales como primer acto casi en la madrugada. Todo esto se convertiría en mi primer material y un pantallazo de lo próximo. Desde el pequeño patio del lugar puedo ver y escuchar mientras descubro que las plantas rojas están así por las luces y si miro para arriba está el cielo con algunas estrellas. Prefiero volver adentro y perderme entre el público para ver las que están brillando ahí enfrente.

Entre agradecimientos y recordatorios, “¿El Under Vive o no vive?” es la indagatoria recurrente. Markus, el maestro de ceremonias junto con Romero y Hope de la organización llevan la batuta y cuestionan desde arriba. La respuesta a sus pies se oye difusa aunque ya la sepan.

Un receso de quince minutos bastaron para recuperar energías y arrancar con fuerza. Entre tanta música y dance había que poner pausa y dejar libres las memorias de los celulares para la segunda escena que continuaría de la misma forma pero recargada.

LGA Crew inauguró la sección de shows entre cables y murmullos. El escenario quedó chico y por suerte es un desnivel sobre el piso sino ya estaría derrumbado por cinco bestias con cólera. Pepe, Pairo, Vene, Simo y Maco es la formación: una línea de cinco que defiende sus líricas a todo pulmón. Cada uno tiene un rol y su estilo marcado, aun así se complementan orgánicamente. Con producción de Témpano Estudio, el equipo desliza sus composiciones en sonidos misteriosos para atraer a quienes aún no los conocen - como yo hasta ese momento, lo admito - y afianzar el vínculo de sus incondicionales.

Con sus beats, LP Dog cuidó la espalda de Thony0ne. El oriundo de Maracay dio un breve recorrido por su reciente álbum ‘No Todos Pueden Ser Prospectos’ lanzado el pasado mes de mayo. Con bases sólidas como columna vertebral, mecha escritos románticos e incorpora sonidos de cumbia para asentar su lugar de origen. Perdidas entre la gente, se pueden ver algunas remeras del merch con el arte de tapa que evidencia su pasión por el beisbol, deporte que su país respira. Uno de los que lleva puesta la franela es J Louis, mano derecha e integrante del dúo Criollos Skills, quien fue invitado a pasar al frente por una selección de temas en conjunto. Prolijos y exactos - con una presencia seria casi que sin inmutarse de lo que hacen - el dúo venezolano encendió el spot con sus creaciones de ‘Oro y Asfalto’ y la respuesta estuvo a la vista: a todos se les pegó el flow.

Desde mi punto de vista - me encantaría saber el tuyo si fuiste y me lees ahora mismo - Ghetto Dreams fue el conjunto que añadí a mi playlist en Spotify. Me llevé una grata sorpresa con su actitud reacia, de puño y letra dirigida al barrio. El team escupió la experiencia del día a día. El esfuerzo de lograr objetivos en un lugar donde todo cuesta el doble, me mantuvo atenta a sus escritos. La combinación de jerga villera, berretines y una producción oscura logran una poesía propia que transmite el enojo de quienes portan el mic y captan la mirada del público mas no por sus tatuajes en la cara, sino para saber qué sería lo siguiente que dirían.

Artistas: @ghetto.dreams.team // Foto: @biandivanni

“¿El Under Vive o no vive?”, repite la arenga una vez más. La incógnita sigue…

El festival marcó tildes en los artistas del line up pero no sin antes ceder el último lugar a Sultanas Crew, las encargadas del broche de oro de la fiesta. La presentación del EP ‘El Sultanato’  - con lanzamiento el día anterior - fue un hecho y, cómo reza parte de su intro, ya es nuestro: un material discográfico que reúne samples, scratches y colaboraciones artísticas tanto en lo ilustrativo como en lo musical en una intensa y ágil producción. “DJ Biancore en los descontroles” es como se anunció la encargada de los sonidos. De su mano comenzó el ruido de los presentes y dio pie a una performance llena de fuerza femenina e historia. Bajo el escenario que las esperaba tanto como los micrófonos apoyados en el piso, se encontraban Tam Warrior y Hitana, las apoderadas de las barras. ¿El propósito? Dejar asentado a quiénes escuchan. Y así fue. El tracklist fue impecable: todo su material de corrido con sorpresas como Biancore y su primera vez rapeando en vivo, diálogos en las transiciones, una cumbia que hizo mover las caderas de más de un rapero y con agradecimientos a los involucrados en su armado. El turno de Estilo Nuestro no tardó en llegar y junto al productor General P, sacaron a la luz ‘Al Estilo del Sultanato’, una mezcla entre ambos conjuntos que hizo agitar a los pibes para luego intensificar los saltos con la seguidilla ‘Actitud in the Hood’, ‘Hitana’ - su tema homónimo con alto voltaje - y un cierre épico con ‘Game Over’ dándole sentido a todo.

Artistas: @sultanas.crew // Foto: @biandivanni

Invité a una de mis amigas a disfrutar la velada. Las dudas de saber qué iba a encontrar o cómo se sentiría estuvieron presentes en los mensajes previos. Mis ganas de hacerla parte eran un hecho. Mel siempre me invitó a recitales del underground indie y en varias ocasiones yo manifesté mi idea sobre sus espacios: la música me gusta porque también la consumo pero no me llegan ni me cierran otro tipo de cuestiones.

Por supuesto que encontró similitudes con su ambiente: “Me gusta cuando se arman pogos. Acá pasa lo mismo, hay un público muy marcado de conocidos o amigos que cantan las canciones y es manija todo el tiempo. Por más que sean dos géneros distintos tienen ese parecido”, respondió.

No me alcanzó. Casi como un experimento social, tuve la necesidad de saber qué sintió y todo lo que vio. Cuando escuché su vivencia solo asentí con la cabeza. Es tal cual pensé que iba a ser su respuesta. Esa conexión que tenemos se reflejó en una charla mano a mano con una reflexión clara y concisa:

— La verdad que está muy buena la movida porque hay como un sentido de familia cuando estás ahí ¿viste?. Yo creo que en el under indie no se siente tanto esto de la cercanía entre la gente nueva sobre todo porque es como que ya hay grupos establecidos. En cambio, acá… esto es otra cosa. Te hacen sentir como en casa por más que no hayas ido nunca. Es muy genuino.

Además de ver en sus redes como compartió contenido de los shows y conoció otro mundo, la clave de sentir comodidad en un lugar desconocido es una de las mejores cosas que se pudo llevar. Esto me recuerda al escrito pegado en el baño, un afiche casero con un simple mensaje: el under es un lugar seguro. Y así es como tiene que ser en todos lados.

Mientras la vieja escuela del reggaeton empieza a sonar en las bocinas, miro mis notas del celular y pienso si toda la carilla de anotaciones que hice servirá de algo. Me encanta anotar puntos claves que veo y frases que escucho. Dos de ellas me quedaron muy presentes aún sin escribirlas: “es un honor haber sido parte de este laburo” y “San Martín me hizo conocer el rap y el graffiti y estoy muy orgullosa de eso”. Si mi función desde la comunicación es difundir y alguien ajeno a este palo buscó aunque sea un nombre de todos los que están arriba, mi tarea está hecha. Si ya sabes de qué se trata pero no viniste, la próxima edición está a la vuelta de la esquina.

En la barra ya existe un cartel con la frase ‘no hay más fernet’ y los vinos se van rematados. El listado de artistas se completó, los cambios bajaron mil revoluciones para hacer efecto rebote y subir con una lista de reproducción muy manija. La organización descansa y aunque los que quedamos ahí seguimos en una, las reseñas no tardarían en llegar. Allá arriba es una mañana fría aunque no amaneció, el sábado pasó a ser domingo y habrá que esperar a la sexta función una vez que la consola y las luces se apaguen.

Entonces, ¿El Under Vive o no vive?

La respuesta es sencilla, está todo dicho e incluye una invitación para que allá afuera lo vean con sus propios ojos. Lo que ocurrió por estos pagos fue un lujo: el under está más vivo que nunca


@biandivanni

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