Todos siempre hablamos de que cuando se termina, se termina... de que cuando no hay más amor o no se siente lo mismo, uno tiene que marcharse.
Pero lo que realmente omitimos es que nadie quiere marcharse, nadie quiere dejar de sentir, o al menos una parte de esas dos, no se quiere ir.
No hablamos de las incontables noches de insomnio y sobrepensamientos que nos abruman, de las horas pasadas entre recuerdos, que muchas veces no mencionamos a nuestros amigos por el simple hecho de no querer molestar más, de no querer pesadear con el mismo tema, una y otra y otra y otra y otra vez.
No mencionamos de lo complicado que es hacerle al corazón olvidar algo que sintió, que vivió y que atesoró. Como convencerlo de que ese estímulo ya cesó y se cortó.
Es complicado, es difícil, pero nos la tomamos a la ligera para intentar hacernos ver como personas fuertes, cuando todos somos vulnerables y susceptibles. Algunos más, otros menos.
Y que importante se vuelve poder tener esa amistad de confianza, que te ve triste todavía y te dice de charlar. Ese amigo/a que no te juzga, que te escucha y no se queja porque le repetis el recuerdo de cuando pasearon juntos con esa persona por primera vez.
Así, junto con el paso del tiempo, el corazón va sanando, va soltando.
Rodearse de un buen ambiente para afrontar esa pérdida es importante, como aceptar que va a doler, y vaya que va a doler, el alejarte de ese vínculo por el cual sentiste amor y una buena conexión.
Hablemos también de la predisposición que tiene que tener uno para superar, para soltar y dejar ir. No quedarse estático y seguir, porque ¿de qué sirve rondar constantemente en los recuerdos y terminar poniéndote mal?
¿De qué sirve vivir en una constante tormenta de amargura y dolor, donde suele aparecer el rencor?
Si no sacaste nada provechoso o si ya lo analizaste, viste todas las señales, es tiempo de buscar despegarse.
Y sé que cuesta, sé que duele, sé que se siente como si te rompes todavía más. Como que perdes tu hogar, una parte importante de vos. Pero es para mejor y todo va a estar bien después.
Todo siempre está bien después.
Elly
Ni siquiera sé si considerarme escritora es correcto, solo intento poner en palabras lo que siento. Deja críticas constructivas en los comentarios, gracias.
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