Un hombre desconsolado busca unánimemente a un hombre igual a él porque según le comentan en su familia, alguien quiere hacer un negocio y luego matarlo. El hombre desesperado por la veracidad con la que le cuentan esto decide llamar a un buscador de identidades que le hará el favor, no por sólo cobrarle, de encontrar a su sosías.
El buscador de identidades se enfoca en alguien igual, casi idéntico al hombre que no por nada es un multimillonario. Sus negocios son entre otras cosas compra y venta de personas para relaciones conyugales y de trabajo, sus clientes, en su mayoría, son personas con mucho, muchísimo dinero, que trabajan a espaldas del gobierno, de todos los gobiernos.
Sus ámbitos laborales están esparcidos por España, Japón y Las Filipinas y los miembros de la así llamada “Secta de los libertarios”, no son más que los que dominan el mundo de los negocios de personas.
El buscador de identidades debe lograr hallar a una persona igual o lo más parecida que pueda a este hombre multimillonario ya que según le dijeron, su vida corre el riesgo de perderse, haga o no el contrabando, es decir, el trabajo. Su poder es tan inmenso que aquellos que lo citaron a una de las oficinas más altas de New York, necesitan desaparecerlo del mapa para que el monopolio no siga creciendo.
El hombre afortunado, o más bien, desafortunado para la trama deberá hablar también el mismo idioma que el hombre en cuestión y su parecido debe ser tal que lo confundan con él, así podrá salir ileso pero no sin perder unos cuantos miles de millones de billetes. Su cometido será el de recibir la balacera que le espera y aún cuando los diarios y revistas de todo el mundo hagan crecer la idea de que el hombre más poderoso de la trata de personas fue masacrado, éste se habrá vestido de verano y estará bebiendo un trago en una de las islas más bellas del mundo: Cuba.
La mañana anterior a que el buscador de identidades sea rebuscado, el multimillonario habrá recibido ya la noticia de su deceso. Dicho esto por una fuente incomunicable, el buscador de identidades recibirá la noticia de su trabajo. Le pagarán lo suficiente como para que no necesite volver al ruedo jamás en su vida, aunque sus hijos sí tendrán que hacerlo. Puesto el dinero sobre la mesa y la foto del hombre a quien irían a acribillar, el buscador de identidades se puso en marcha. Buscará al sosías por cielo y tierra y encontrará a un humilde trabajador social de las villas en Buenos Aires para que tome el rol de protagonista en la negociación que acabará con su vida. Éste humilde hombre será bonificado con suficiente dinero como para que su familia no necesite volver a laburar, sin embargo, y esto no lo sabe, su cuerpo será roído por las ratas de un desagüe en México.
Pasada la media noche del día siguiente, el pobre trabajador bonaerense recibirá la noticia de que un gran empresario lo busca para que aparente ser él en una negociación en la ciudad más triste del mundo. Su respuesta será enviada al buscador de identidades minutos después de habérselo informado a su mujer quién ve este asunto como una señal de Dios para que su hogar se convierta en un palacio, pero ninguno de los dos sabe que dentro de dos días ya será un amor de ultratumba.
El multimillonario recibió con alegría la noticia de su sosías y pronto éste viajará al norte para recibir no menos de 4 balazos por parte de la mafia japonesa que lo estará esperando justo detrás de un biombo que hará las veces de comentarios sangrientos antes de que el próximo baleado llegue al piso 16 de un rascacielos atiborrado de secretarias con peinado recogido y minifaldas color azul francia.
Llegado el día del vuelo, el sosías despegará a las 14 y 16 en punto, minuto después llegará al cielo en el cual permanecerá el resto de los días que le quedarán por muerto. Su avión llegará el 25 de Marzo del presente año y descubrirá que en el aeropuerto lo esperan con una limusina y un traje con corbata de Dolce Gabanna con más delicias dentro del coche además de whiskey y cine incluído. El viaje hasta su hotel le llevará no menos de 12 minutos, minutos en los cuales será imbuido en el personaje por un actor profesional que interpretó a Hamlet en una obra en un circo en Tijuana. Todo marchaba bien hasta que le propusieron tener sexo la víspera del asesinato con una joven modelo australiana que tenía más videos porno en su haber que el mismo Lucifer, pero la respuesta fue “No, tengo esposa e hijos”. Quizás en otro mundo podría haber disfrutado del placer de revolcarse con esa modelo, o quizás más.
El multimillonario recibió la noticia de su propio asesinato la mañana siguiente, para ese momento ya era un desconocido más en el planeta. El dinero con el que había logrado escapar de la muerte fue invertido en pequeños hoteles de poca monta en Minnesota y Amberes, lugares a los cuales irá de veraneo dos veces al año en sus respectivas épocas florales.
La familia del pobre bonaerense jamás volverá a oír lo que le sucedió al padre y esposo, pero con el dinero que tenían le mandaron a construir un altar en el cementerio de la Chacarita, donde lo visitarán dos veces antes de mudarse a un compendio de habitaciones de lujo en Mar Azul.
El abogado del multimillonario será el próximo sucesor del dinero que ganarán los maestros del desplome monopólico acaecido por las deudas que el patrón había acumulado y será alimento para los microbios que rondan las aguas del Sena cerca de Ruan al caer la tarde del 25 de Abril.
Los demás damnificados serán los hijos y la esposa recientemente viuda quienes volverán a tener que lavar sus ropas en las alcantarillas luego de que su casa fuera parte de la herencia que le había dejado a su gato “Manchitas”, todo en negro, claro.
El buscador de identidades, mal llamado Juan por sus conocidos, habrá salido de la inmundicia en la que vivía y ahora tendrá una casa dentro de las inmediaciones del Paraguay, con pileta incluida.
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