El sol me habla de ti

Quiero compartirte esto que me cuenta el sol cuando acaricia mis ojos con sus rayos, me susurra que estás aquí, dejando un rastro de ti en cada destello, como un recordatorio diario de que siempre estás conmigo.

Tus ojos me llaman, como el mar llama a los viajeros a perderse en su inmensidad.

Esos ojos parecidos al oceano profundo, que guardan más de 10 secretos que solo yo deseo explorar, misterios que invitan a recorrer cada rincon de tu ser, una y otra vez.

La cineasta Agnés Varda decía que si abrieramos a las personas descubririamos paisajes,
Eres un paisaje infinito lleno de verdades y enigmas, inmenso, un refugio sereno, donde quiero perderme y encontrarme al mismo tiempo.

Eres un viaje a lo divino, un descubrimiento de mundos que no sabía que existian en mi.

Cuando el viento juega con mi cabello se que es tu forma de decirme que estás cerca. En cada brisa está tu esencia, como una promesa de todas las caricias que aun nos debemos, me envuelves incluso desde la distancia, y al recordarte siento que el mundo se desvanece, dejando solo tu alma alcanzandome.

Y entonces pienso en tus palabras "Quiero tenerte, solo para mi".
Al recordarlas, lo entiendo: siempre he sido tuya, como si el destino mismo hubiera tejido mi vida con la certeza de que estaba hecha para ti.

Te deseo con la intensidad con la que el sol ilumina la tierra, con la sutileza en la que el viento recorre todos los lugares del mundo.
Contigo no hay más que el ahora, abrazame ya.