Siempre escribí para sacarme el peso de mis pensamientos y reconocer el síntoma que me invade.
Es por esa razón que me encuentro plasmando palabras relacionadas a vos otra vez pero sin embargo mis relatos son muy distintos a cómo comenzaron cuando te conoci.
Leo mis poemas y noto cómo relacionaba mucho del amor que sentía a los colores, tonos nuevos que me enseñaste, que sólo nosotros conocíamos y que ahora con el lente gris con el que observo desde que te marchaste puedo apreciar que estan desteñidos y manchados de violeta, de rojo, de negro.
No escribo de amor, no escribo de las flores que me regalabas, de la textura de tus manos, de tu sonrisa perfecta, de tus chistes malos ni de las figuras de tus tantos tatuajes, ya no escribo de esperanza porque no tengo certezas ni incertidumbre.
Todo eso se ve lejano y borroso cuando me pongo a escribir con mis sensaciones del presente, donde si te sigo escribiendo con el peso del tractor en mi pecho.
Si, estoy de nuevo tipeando sobre vos pero esta vez para que te vayas, para que entiendas que jugamos a tu juego y ganaste, pero ya no me importa.
A veces me preguntaba si fui yo la que te idealizó o fuiste vos el que me vendió algo que no era, pero ahora entiendo que no fue que yo espere mucho, fue que vos no estabas a la altura de una mujer como yo.
No entiendo por qué me tuviste que lastimar tanto cuando yo te acompañe en tu peor momento y me encantaría que sea una forma de decir, pero no.
Lo di todo hasta el final tanto que a veces me despierto en el medio de la noche por el peso que carga en mi inconsciente todo lo que tolere para que tengamos el futuro que tanto imaginabamos.
No soy de las que tira la toalla a la primera y eso en casos como el tuyo, es mantener la toalla para que me terminen ahorcando y sumar decepción al remolino de emociones en el que termino.
Me pedias, lo tenias, me negabas, yo aceptaba, me apagabas y yo te encendia.
¿Cómo no iba a darlo todo por la persona que estaba formando una familia y decorando un hogar?
¿Pero cómo no voy a irme? Si cada vez que me miraba en el espejo notaba una marca nueva en mi que confirmaba que cada vez estaba más lejos de mi version al conocerte.
Y eso es lo que más me duele porque no me encuentro conmigo misma, no me gusta esta versión que desencadenaste, no se qué hacer con todo el amor que te tenía y tampoco sé qué hacer con todas estas secuelas.
No me duele haberte perdido a vos, me duele haberme perdido a mi.
Me duele haber cambiado porque ahora siento que no voy a poder confiar tanto en alguien para volver a amar como yo lo hago y me duele haber cambiado porque ahora siento que nadie puede quererme asi, si ni yo quiero esta version.
No tengo flashabcks de lo bueno.
A veces estoy sentada tranquila y me acuerdo de tus insultos, de sentir tu perfume tan cerca de mi pero no de la manera que me gustaría, me acuerdo de la luz del cigarrillo a centimetros de mi vista y me acuerdo de tu aliento pegado a mi nariz, pero sobre todo me acuerdo de tu mirada que es igual de oscura a como me siento cada vez que recuerdo.
No me merecía nada de esto y el amor que me dabas no valía la pena soportarlo y a veces me odio por darle tanto valor a la palabra y mantenerme firme porque te dije para siempre.
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