El Show de Punki y Señora

Flor intenta pasar el vallado, esquiva la mesa pintada de azul y oro del bar de la esquina y se mete por un pasillito custodiado por dos yutas que toman juguitos. “Señora, señora” le dicen, “¿vive acá?”. “No”, contesta ella. No se puede pasar. Así que nos vamos a dar una vuelta. Caminamos hasta Almirante Brown.

Me había invitado el día anterior. Un mensaje. Mañana es 12/12. Ya pasaron siete meses y Julio era de Boca. Ya fue. Cancelo todo lo que tengo en el día y voy. Si es por mí no iba, pero no es por mí. O bueno, en realidad después sí. Me dan ganas de superar la paja que me da viajar a capital, más la idea de ir a La Boca, más la posibilidad de colarnos en la Bombonera.

El viaje podría haber sido secuenciero pero fue anecdótico y se dividió en tres actos. El primero de porreros, aunque no habíamos fumado nada, y que duró todo el viaje, es que siempre que parábamos en alguna estación preguntábamos "¿esta es X?", y siempre estábamos una estación atrás, a veces adelante. Se volvió un juego tonto para soportar el calor. El segundo fue que en alguna de estas estaciones que nos confundimos con la anterior, ponele que en Quilmes porque pensamos que era Berazategui —Espeleta no existe—, se subió un turro con un parlante: pantalones anchos, remera holgada, gorrita para el costado. Recorrió los asientos lento haciendo un par de chistes sin modular, llegó al final del pasillo y se acomodó. Todo parecía indicar que iba a rapearse algo. Dejó el parlante en el piso, sonó un beat de hip-hop bien sucio hizo dos ruidos que no llegaron a ser palabras, se abrió la puerta en la siguiente estación, ponele que Bernal porque pensamos que era Quilmes, y se bajó del vagón riendo.

El tercero llegamos a Constitución. Salimos de la estación y fuimos a tomar el bondi. Estaba lleno de bosteros. La calle, la parada, el bondi. Arriba le decimos al chofer "a Caminito" y lo veo reírse. Está estallado y empiezan a cantar. Me pasa cuando estoy rodeado de hinchas de boca que pienso que van a darse cuenta de algo que es imposible y me van a cagar a palos: vengo de una familia de River. O sea, mi viejo es de River, su viejo era de River, etc. Él lo dice siempre que se lo cuenta a alguien, sabe que es contradictorio: "sí, sí, negro, peronista... ¿y de River?". Pero bueno tradiciones supongo, herencias irrenunciables. La familia de mi vieja es del Lobo, una bien. No hay con qué darle, Boca tiene barrio, literal, y no se cansa de decirlo —"Boca means The Mouth" escucho después que un loquito les cuenta a unos turistas y me río fuerte— y "los millonarios" —hasta en eso son culorrotos— están en Nuñez. Es todo una cuestión de estética: Bombonera>Monumental. Además La Boca es toda completa de los colores del club.

Los cantos en el colectivo no agitan mucho y se escucha que alguien grita "canten más fuerte, o qué ¿son gallinas?". Se pudre y la barra explota y alguien sigue agitando. Nos damos cuenta de que es el chofer que después dice "¿hay alguna morocha soltera?". Flor se ríe y dice "yo".

Como está todo cerrado nos bajamos unas cuadras más lejos y caminamos. Pasamos enfrente de Andreani, Proa y el Quinquela pero no entramos a ninguno. Vamos al Día y compramos: dos latas de Heineken, papitas, una PowerAde y una palta porque estaba muy barata. Nos sentamos cerca del agua y se acercan dos guachines relojeando. Uno se queda medio lejos a la derecha y el otro se para a la izquierda contra una baranda y nos mira cada tanto. Me paro y le digo a Flor "movamos un toque porque no tengo ganas de pelear con adolescentes". En un momento escucho que alguien dice "mirá un gallina" porque tengo los pelos teñidos de rojo. Seguimos de largo. Me cago de calor, tengo la remera de Fun People toda chivada.

Flor se fuma una seca de porro y yo paso porque vengo de secuenciar medio raro y me pongo muy autista cuando fumo. No podemos pasar cerca del estadio así que caminamos y chusmeamos nombres falopas de negocios. "El Trapito", "Yoga, Pilates, KarateKids", "Los chicos", "Las chicas". No voy a decir de qué rubro era cada uno. También vimos murales bosteros religiosos, memoriales al Ratita y edificios abandonados. Nos vamos. Estuvo divertido.

Caminamos por Almirante Brown a ver si nos podemos tomar el 53. En una esquina aparece un gede todo roñoso, tiene una lata de Miller en una mano y una bolsa de consorcio llena de más latas en la otra. Me mira con los ojos bien abiertos, fijo, y yo empiezo a pensar en qué poronga me irá a decir. Se pone a silvar una melodía. Es "Si Pudiera". Se nos cuelga y empieza a hablar de Fun People, de Nekro, de cuando iba a recitales. En realidad primero empieza a cantar y yo no le entiendo un carajo, porque además no tengo mucho punk rock encima la verdad, soy más metalero y la remera es prestada. Además soy bastante anti y estoy cansado: quiero llegar a mi casa. Pero Flor se prende al toque y se ponen a cantar. "¿Loquero te gusta?", le pregunta y el loco empieza "voy a contarles una buena historia", y cantan juntos "se trata de un loco que mato a la novia y despues corta sus venas y en nave de sangre cruza la frontera". Le gusta mucho La Polla Records. Nos pregunta qué nos gusta. Flema, Dos Minutos, Funpi, BBK, Loquero. "¿Y Escorbuto te gusta?", pregunta Flor. "Muerte a Escorbuto", contesta. Bueno. Dobla en la esquina y nos dice "nos vemos chicos, me voy acá, qué bueno poder hablar de estas cosas porque no se puede con todo el mundo y no todo el mundo me quiere escuchar". Seguimos caminando.

En la otra esquina escucho que gritan "eh punki, punki". Flor se caga de risa. Era el gede otras vez, entre que lo vemos y se acerca lo veo sogueando puchos a los que se cruza, así que cuando nos alcanza le doy uno. Seguimos hablando mientras caminamos por las veredas irregulares, a veces más arriba, a veces a la misma altura. Nos pregunta si nos está molestando y le decimos que no. "Antes no existía internet" claro "y había que copiar los cassettes. En los recis revoleaban cassettes desde el escenario y veíamos quién los agarraba. Nos acercábamos y le preguntábamos de dónde era, anotábamos la dirección y le decíamos 'bueno el miércoles a tal hora voy a tu casa' y así nos íbamos a la loma del orto y esperábamos lo que tardaba en copiarse el cassette". Con Flor nos cansamos de caminar y dijimos "che ¿y si tomamos el bondi?" y el flaco se sintió sarpado, así que nos saludó y se fue casi corriendo, cruzó la calle como venía. Después lo vimos en la parada, esperando. Nos acercamos. "¿Cómo era tu nombre?". "Cruz", nos dice. "Estuve limpio seis años y era consejero de rehabilitación de adicciones, pero hace poco falleció mi vieja y volví a caer y ahora estoy en esta, soy de José C. Paz, estoy juntando latas y ahora las voy a vender, parando en la calle, hace un par que no le hablo a mi hija que tiene 18 años". Frenó para darle una pitada larga al pucho. "Pero bue... Sí yo soy así..." y Flor siguió "...no es por culpa de la droga". Se tomó el 33 ¿o el 29? y nos dijo que lo buscáramos en FaceBook, que ahí sube temas tocando la guitarra y cantando.

El bondi no pasó más, así que hicimos la vuelta caminando.

Subimos al tren otra vez. De frente a nuestros asientos había un flaco con una pierna ortopédica. Lo veo hacer una tramolla con las manos, saca un billete de 20, lo enrolla y esnifa algo. Después tira el billete por la puerta abierta. El tren todavía no sale de la estación y el loco ya está duro, tratando de disimular, con la vista perdida. De vez en cuando cruzamos miradas. Alguien pasa por afuera del vagón, se agacha a agarrar el billete, se asoma por la puerta y dice "a alguien se le cayó plata". El flaco se hace el boludo. Desde atrás nuestro se escucha que una mina grita "es mía esa plata". Un vendedor pasa ofreciendo obleas bañadas en chocolate. 6x$1000 y 16x$2000. Un nene se acerca y le pregunta el precio de vuelta. Se lleva las seis. El duro saca la billetera, le da los otros 1000 y le dice "dale las dieciséis". Yo me duermo una siesta hasta que llegamos a La Plata. La acompaño a Flor a su casa y me dice "gracias por acompañarme". No fue un favor. Estuvo divertido. Después me voy a dormir a la casa de mi chico, y a devolverle la remera de Fun People.