el saludo

no entiendo por qué siempre vuelvo al mismo lugar
los pasajes están comprados las valijas armadas
pero pongo un pie en la puerta y da siempre al mismo lugar eterno y oscuro
a verme desde arriba cayendo
con la velocidad de un suspiro cansado
unos ojos hinchados
y un pelo desastroso
floto a mitad de la caída pensando qué más puedo hacer
cuando ya no queda nada ni hay más aire que absorber
me deslizo sobre la mesada preparo apurada un café para llevar
miro el reloj qué tarde es! (tarde para no pensar)
apreto el paso todavia falta mucho por hacer (ya no quiero pensar en esto ni en eso ni en aquello)
preparo la mochila y como siempre las llaves se escurren de mi vista (por favor necesito encontrarlas necesito salir)
las encuentro enredadas entre pantalones y remeras sucias sobre mi cama (debería lavarlas debería hacer tantas cosas)
pienso que otra vez no desayuné pero qué más da (tengo la mente ocupada en otras cosas tantas cosas ni una buena por que sera)
me miro al espejo sabiendo de antemano que no me va a gustar lo que voy a encontrar y arreglo un mechón que automáticamente vuelve a ese lugar (qué más da los demás no piensan tanto en mi como yo)
agarro mis cosas y abro otra vez la puerta (lista para fingir que me encanta vivir otra vez que ya cambie que los sentimientos más hediondos y putrefactos no anidan en mi mente esperando el momento indicado para saludar)