El Reloj

De un segundo a otro

Los anhelos se convierten

En un caracol sin rostro,

Donde las lágrimas que hoy no pueden salir

Se hacen bolas de nieve sin derretir.

Aún si escaparas, sentirías el latir

De aquel reloj que no para de percutir.

Te vuelves todo, pero a la vez nada,

Con esa mota de hielo en su mirada.

Persiste, pero el dolor se cuela,

Sin la tibieza de sus ojos que todo consuela.

En tu mente continúa ese sentir,

Oscuro e incierto, que no despierta vivir,

Porque el vacío se cierne sobre ti,

Percibiendo que todo se vuelve gris…

Pero ahí sigues, sigues ahí,

Sin pausa del tiempo, que todo deja ir.

Sientes que el peor pecado queda pequeño ante ti,

Como el duro adagio que vive en mí.

Cruel puede ser ese reloj que cuenta las horas.

Decisivo puede ser el tiempo mientras esperas,

Que la noche no se acabe sin un beso…  

El beso que desde lejos no sea solo eso,

Sino una pesadilla de la que despiertas,

Y vuelves a ser rey al fin de cuentas,

De un sol entre miles de estrellas,

Cuya luminaria está entre las más bellas.

Jueves 29 de agosto de 2024.

Puedes comunicarte conmigo a través del siguiente correo electrónico: sergioescribiente@gmail.com.

uchísimas gracias por leerme.