Como caballeros exaltados
se manifestarán mis palabras
en protección de tu vida,
en protección de la moral sagrada,
de la dignidad que compete
tu valor como persona,
y de todo mal augurio
te cuidarán,
te protegerán.
Cuando te alejes de mi pecho
hallarás de nuevo el camino
que te traiga a la fortaleza
que construí con mis palabras,
caballeros exaltados
a tu servicio, a tus órdenes,
paladines amorosos
que te preservarán
y te adorarán.
Tal es el sentimiento,
la devoción que me palpita
por el amigo,
el buen amigo
que me ha dado su mano
desinteresada, noble,
y yo le correspondo
con mi palabra sagrada
con mi juramento vitalicio
de la más pura amistad.
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