Uno de los días en los que te amé, te prometí que sería para toda la vida.
Nunca rompí una promesa, y no pensaba empezar contigo.
El amor que te tengo dudo que sea el mismo
que aquel que te tenía aquel chico enamorado.
Sin embargo, aunque hoy ya no te espero,
un lugar siempre te voy a tener guardado.
Las nubes de los cielos de primavera
me dibujan sonrisas, como las que solo podían dibujar tus muecas,
esas que hacías cuando discutíamos
quién amaba más al otro,
quién de amor tenia falencias.
Las madrugadas siempre fueron sinuosas para mí.
Esa discusión siempre la ganabas.
Las pesadillas que aún tengo
—esas que con un mensaje tuyo—,
antes se solucionaban.
Irónico que haya llegado el día
en que tu mensaje ya no sea la respuesta.
Irónico que las pesadillas sean ahora las que me cuiden,
de ti, de tus muecas.
Sabía que podía seguir viviendo,
sabía que sería el mejor,
pero quería que fuera a tu lado.
Incluso me hiciste decirte por favor.
Mi tonto corazon aun se siente humillado
Las letras no son sencillas.
Me revuelven el estómago,
se mezclan con sentimientos vanos,
algunos condimentados con un poco de odio.
Rechazo ese sazón; es un sabor que no me gusta.
El problema es que sé que estoy mejor sin ti,
y eso un poco me frustra.
Recomendados
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión