El Peso del Espejismo

Sigo recorriendo el mismo camino y logrando otros objetivos, pero la sensación no se sacia. Levantar una copa y brindar por el caído no te hace una persona menos ingrata. ¿Piensas que culpar a alguien más en una situación menos exacta es la salida más rápida?, teniendo en cuenta lo que sufre cualquiera al accionar el gatillo… ¿y ver a quién le cae la bala? No estamos en cuentos de hadas.

Porque sigo escalando la misma montaña de promesas vacías, donde la cima es un espejismo y el eco aplaude todos los días. A la hora de seguir adelante y perdurar, en que nadie pueda venir a criticar mi vida, son las personas más cercanas las que salen jodidas. Desde ahí comienza un punto sin retorno; donde la agonía pesa y te hace recordar aquellos días: algunos gozan, otros lloran, a la mayoría se le escapa una sonrisa.

Yo ya me cansé de escribir en prosa algo monótono sin energía: un capítulo entero para poder darte una rosa y ver tu cara… ¡qué alegría! Porque donde intento sembrar amor, mi pasado pasa y arrasa con todo lo que tiene en la mira. No poder ser feliz es lo que llevo conmigo todavía.

(Algún día tendré la vida que tanto quería)