El otro yo

La pintura se descascara en la pared, formando el mapa de un planeta desconocido que voy descubriendo. Hay una versión mejorada de mí en aquel lugar con el que fantaseo, con una formación profesional y estabilidad económica, que vive con su bella compañera en una casita que garabatearon en un trozo de papel de cuaderno, mucho antes de colocar el primer ladrillo. Otro yo que dedica parte de su tiempo libre a la escritura y sus obras son siempre bien recibidas por el público, que se agolpa en cada Café o biblioteca popular donde es invitado a leer. Enseguida siento la necesidad de estropear su bella vida, con un engaño amoroso imperdonable, una tragedia familiar que lo aleja de su mundo luminoso, un problema de salud que va convirtiéndolo en un ser solitario, oscuro, temido por todos. Solo para sentirme más a gusto conmigo mismo.