El mate,
un libro de poesía,
el feriado detrás de la puerta,
insignificantes detalles,
pero suficientes
para recordarme quién era antes
de echarte de menos.
*
El esqueleto de un amor sepultado,
impredecible, extractos,
frascos de memoria, gotas,
un puente entre la alusión efectiva
y la rima de tu boca,
un beso inmortal,
con sabor a pasión extinta,
alejado del rumor de los casi algo,
de la farsa del romanticismo actuado.
*
Venden tanto en los mercados,
promesas de amores cálidos.
Hay que aprender a apreciar
los recuerdos sin cargo,
que consuelan sin urgencias,
que sustentan la belleza de lo cotidiano.
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