mobile isologo
    buscar...

    El fracaso.

    A&C

    Aug 19, 2024

    101
    El fracaso.
    Empieza a escribir gratis en quaderno

    El fracaso.

    Fracaso. Los coros eclesiásticos recitan en tono burlesco: ―fracasada te has enamorado de un fantasma―. El novio no ha dado señales de vida. Mi cándida boda de camelias se desvanece en un páramo de rosas espinosas pinchudas que no cesan en apuñalarme sin descaro por detrás de mi huesuda espalda. Estoy ansiosa y tengo miedo porque todo esto es un circo fantástico.

    Un agujero sangriento comienza a florecer de mi estómago. Mi vestido blanco, ahora casi rubí, arde de dolor por no ser la novia perfecta; tan solo soy un resto de polvo que habita en el pasillo de camino al altar. Los titulares escribirán: una novia muerta en el altar. Petrificada, las campanas de la iglesia marcan con sus antenas mi hora final; el determinante de mi fracaso. Mis anhelos ya pueden preparar su tumba, pues ya no hay nadie que busque por ellos. Al instante, de mi fantasmal cerebro comienzan a brotar manifestaciones oníricas sobre señales ciegas. Soy ciega. Ahora mi vestido es una gota de sangre fresca: ¿acaso yo tampoco lo estaba? Fresca, nueva, límpida…he quedado oxidada, antigua y sucia.

    Muy a mi pesar, desdeño los votos que escribí para un espectro. Observo como mi letra se tuerce y como mi mano temblorosa se cae de tanto resistir. Aparto con furia el velo de mi cara, pues ya no habrá nadie que me desenmascare. A la par, se me derrite el maquillaje y con el fluye mi piel. Me digo a mi misma que soy la novia sangrienta. Tan solo tendrían que ver el tajo en mis labios, bien quebrantados de tanto morder por callar.

    Harta, me quito los tacones que adornan mis pies. Descalza, adiós coquetería. Soy un esqueleto, libre del alma que corre desquiciada hacia el portón para escapar de la humillación del fracaso.

    ―Fracasada, te has enamorado de un fantasma―. Persistían en lastimarme con su ruido blanco. Pero ya es muy tarde para que me importe. Con el vestido escarlata y harapiento y con los huesos de las manos que sostienen el encaje, decidí escaparme. El frio gris de mi esqueleto va absorbiendo la lozanía de mis invitados (mis voces): ahora solo son enfermos venosos y con pieles violáceas.

    ¿Mi cara? Una calavera abandonada. El anillo de bodas se desprende solo; desaparece entre la alfombra, tal como el novio que jamás apareció ―pensé―.

    Adiós a todos, mi etérea boda ha sido un rotundo fracaso. ¿Me recibirán las novias fantasmas? Aun no lo sé. Me despiden desde el palco: ―fracasada te has enamorado de un fantasma―.

    A&C

    Comentarios

    No hay comentarios todavía, sé el primero!

    Debes iniciar sesión para comentar

    Iniciar sesión