Todos tus recuerdos se ven borrosos
y tus palabras no emiten sonidos
porque tu voz no tiene alma
tu cuerpo no existe.
El final me llamó y habló conmigo
me dijo que hasta la luna sabía que vos no estabas,
Y es que tal vez te cree ante el vacío de la soledad.
Tus abrazos no fueron más que esos minutos de insomnio que hoy me perturban
y los besos que me diste tan sólo fueron espejismos de lo inefable que fue el amor,
ese que al final solo invadía mis pesadillas.
El deseo de sentir tu piel no era más que la forma que tenía de tocar el cielo un ratito más.
Es tiempo de volver a casa y de darme cuenta por fin
que la soledad me abrazó porque la libertad de pensar que te tenía
me terminó ahogando y encadenando a vos.
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