EL FINAL

                                               EL FINAL

-Y aquí estoy:  en este oscuro y silencioso sótano, mientras la depresión, lentamente, me va dominando. Nada salió como yo esperaba… Y ahora sé que ninguno de mis sueños se hará realidad. Los golpes en la puerta son cada vez más intensos. Sé que quienes golpean son mis padres tratando de entrar, pero, mientras pueda, no lo conseguirán.

- ¿Qué será de Laurita, mi novia?… ¿Qué de mis amigos del fulbito?...

Jamás imaginé, ni siquiera en la más ridícula de las distopías, que mi mundo se reduciría a un pequeño espacio, donde la silenciosa y deprimente oscuridad sería, algún día, la única evidencia de mi paso por la vida… ¡Y el olor!… Ese fétido olor a carne en descomposición, a cuerpos muertos que viene de afuera y que ya casi no me deja respirar.

-De nuevo se oyen golpes en la puerta… Pero ahora son más más violentos. Pronto la cerradura no resistirá y mis padres entrarán. ¡Que lo hagan!... Solo encontrarán mi cuerpo atravesado por el cuchillo que traje de la cocina. No viviré bajo la presión de este mundo que busca destruirme, como hizo con mis padres y los demás.  Prefiero morir antes de ser como ellos… Nunca seré como ellos…

¡Maldito Virus!