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    El encuentro de la razón

    Jun 18, 2025

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    El encuentro de la razón
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    Está tarde el cielo estuvo gris, sin aves volando como es la costumbre de cada tarde. Sentí en ocasiones algunas gotas e imaginé que pronto las nubes se desahogarian conmigo como a veces yo con ellas. Pero no, tal vez se quedaron con el nudo en la garganta como cuando quieres llorar y no puedes... Cómo cuando tienes rabias pero debes controlarte...

    El sol apenas mostró su rostro en todo el día, sin embargo nos hizo saber que estuvo ahí presente, a ratos se asomaba, otras veces nos escuchaba... Que silencio hubo en toda la casa, ni Julián ladró cuando otros gatos dejaban su andar en el techo ya viejo y lleno de mangos. Mota no se movió de la silla, apenas comió y paso el día soñando. Significa que está noche sale de juerga. Tantas cosas por las que uno debe ser feliz, y por las que estoy, y sin embargo era la melancolía la que gobernaba la estancia está tarde.

    Era un vacío, un acantilado sin fondo esa sensación de no saber que pasa, de percibir el tiempo tan lento que hasta un suspiro le ganaba. No hubo ese sueño vespertino que te sorprende a veces en medio de la soledad. Pero al final caí en cuenta que hoy el silencio fue el culpable. No era ese silencio que buscas para descansar o pensar. Era un silencio taciturno y aburrido, sin sentido...

    Acabo de caer en cuenta que ni he comido, que no tuve hambre en todo el día. Solo un par de tazas de café... Extrañé... Me siento extraño... Pero extrañe tu presencia. Es como si hoy no hubieras estado acá en casa conmigo. Cómo si te hubieras ido... Pero se que siempre estás ahí, te escucho en tus cartas, porque me llenan de alegría... Serán las ansias por la espera que tanto me agobian llenando de remolinos mi cabeza... ?

    Que puedo darle al mundo para estar un instante contigo? tener en frente tus ojos y ver mi reflejo en ellos, ver ese brillo cuando me estés mirando... Sentir tus dedos entrelazarse con los míos porque ambos no queremos soltarnos. Poder soñar despierto cuando escuché tu voz mencionando mi nombre. Sintiendo como mi alma cae en picada al sentir el aroma de tu presencia por fin en mi vida...

    Has pensado como sería un encuentro? Has imaginado si nos veremos en algún momento? Siento como si el "hasta mañana" de cada carta se hiciera eterno... Solo sé... Que me encantaría abrazarte... Y si te abrazo no podría soltarte jamás.

    Hoy la luz me molesta... Tengo jaqueca, no sé si es porque no dormí nada o porque no he comido. Lo cierto es que ahí está... Cómo recordándome con el dolor que no es un sueño, que no piense en más nada porque no se irá...

    Pensé que que el agua caliente de la ducha me aliviaría el dolor pero se afianza, como burlándose de mi, como diciendo 'aca estoy y por un buen rato'...

    Pero tus cartas aparecen y me distraen. El sonido de tus letras me calma la ansiedad y los distrae... Por qué causas esa paz en mi alma? Por qué me aceleras el corazón cuando leo tu nombre?.. es una batalla de sentimientos encontrados entre la lógica y la fantasía... Si estás... Al final de ese camino... Si estás...

    Te extraño... Si... Te extraño.

    Alejandro Barrios

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