El eco en la poesía

Aquellos momentos, lejanos vientos, aquella

ella, de hermosos cabellos

bellos

momentos que atesoro

oro

cristalino de una sola estrella...

ella...

Lejanos tiempos, aquel momento risueño

sueño...

sueño con tu llegada, recordando besos de cereza

reza, reza de vez en cuando, no olvides a tu amante...

Ante

ante cualquier sueño, sabes que me tienes...

En eterna melancolía

Día perfecto será aquel en el que estés.

Hoy soy eterno viajero.

¿Qué debería esperar de la libertad?

¿Edad de cuántos años te tengo qué esperar corazón?

¿Razón de cuál cariño me has dejado?

Aquella pequeña esperanza

lanza

que rompe mi cien

Hoy soy extranjero, de praderos sin retorno

Horno de un fuego consumido

de algo que no ha dejado eco

Ni cien vidas podría dejar de extrañarte

amarte, tenerte, besarte, adorarte...

arte

aquel que con tu sonrisa

día a día, formabas mi destino

tino

me faltó para poder encontrar el sendero de tu cariño.

Un recuerdo entre versos que con pequeños pasos en forma de besos me han dejado poco cuerdo

Universo aquel día en el que aquella, ella, se alejaba con mi silencio...

Lienzo

Solo queda un lienzo de un recuerdo, un recuerdo que me mantiene un poco cuerdo, en eterna esperanza, esperanza de aquella, aquella velada, noche que siempre fue de ella.

Es que acaso aquella armonía

mía

¿nunca fue mía?

Aquel velo de claridad me mantiene en eterno desvelo.

Y aunque sigue sonando mi latido.

Ella hace tiempo que se ha ido...

Piromanticos suspiros

Aquella

Ella

Aquella añoranza

Danza, danza sobre mi cariño

Y aunque hoy estoy de madrugada...

nada...

Aquella mariposa

posa

posa en pasado imperfecto

efecto de la nostalgia

tal guía se ha perdido en el horizonte

Y el eco se apaga, se va en un risueño silencio

Ensueño parece

Y aunque sigue sonando mi latido.

Ella hace tiempo que se ha ido...

Y el latido

ya no hace eco.