El diablo es un ángel y tú infierno por siempre será mi cielo

El rincón de poetas muertos quedó vacío,

y el raciocinio de los vivos quedó destruido.

¿Cuánto pesa mi alma desnuda?

¿Qué tanto valen mis palabras?

¿Qué sentido tiene una vida que carece

de libertad, de alegría, de amor?

Extraño el sentir en el pecho que

me torturaba,

pero me hacía sentir humana.

Extraño los susurros bajos,

como si temiéramos ser descubiertos,

demasiado expuestos,

demasiado vulnerables para ser solo amigos.

El llanto por cosas no dichas y el

sentimiento de ausencia que quedó

luego de tu partida.

Estoy vacía y mi mundo quedó destruido.

¿A quién podré contarle mis noches largas,

aquellas en las que el diablo

duerme conmigo?

Antes creía que era mi mayor enemigo,

pero es el cielo disfrazado de infierno.

Mis manos arden en llamas,

mis palabras se tornan vacías.

Carezco del amor que necesito,

carezco del conocimiento que tu

amor me otorgaba.

Ahora soy nada en un cuerpo vivo.