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    EL DÍA QUE VILLA MARÍA FUE EL ESCENARIO IDEAL PARA LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA

    May 20, 2024

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    EL DÍA QUE VILLA MARÍA FUE EL ESCENARIO IDEAL PARA LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA
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    La noche del 10 de agosto de 1974, en Villa María irrumpió la agenda pública nacional, el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), rama armada del Partido Revolucionario del Pueblo (PRT), copó la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos de la ciudad como parte de su estrategia política y guerrillera. El copamiento se realizó en simultáneo con otra acción coordinada hacia el Regimiento de Infantería 17 en Catamarca.

    Al mismo tiempo, parte del ERP se apoderó del Hotel Alojamiento “Pasatiempo”, ubicado a un kilómetro de la Fábrica Militar, desde allí se comandaba y supervisaba el copamiento.

    ¿QUIENES ERAN?

    El Ejército Revolucionario del Pueblo (E.R.P) era la rama armada del Partido Revolucionario de los Trabajadores (P.R.T). Esta organización de orientación marxista, pretendía una revolución socialista en Argentina, a través de la disputa tanto en la arena política pretendiendo coronar a Agustin Tosco como candidato a presidente, como así también en el enfrentamiento bélico, liderado por Mario Roberto Santucho. Fundada en julio de 1970, quedó oficialmente desarticulada en un congreso realizado desde el exilio, en plena dictadura, en 1979.

    Sus acciones se caracterizan por buscar objetivos propagandísticos y simbólicos. Con la muerte de Juan Domingo Peron, en sus cabezas existía la posibilidad de demostrar la debilidad del gobierno de su esposa viuda, y también, de enfrentarlo de igual a igual mediante las armas.

    Según la división interna con la que se jerarquizaba la organización, cuando se unían tres pelotones, la junta pasaba a ser una compañía, es decir, alrededor de entre 90 y 100 combatientes. Los pelotones, estaban a su vez divididos en tres escuadras cada uno, de aproximadamente 10 combatientes. En Córdoba, se ubicaba la compañía “Decididos de Córdoba”, comandada por Juan Eliseo Ledesma, quien murió asesinado en un centro de detención clandestino en Campo de Mayo.

    DECIDIDOS DE CÓRDOBA ACCIONAN EN VILLA MARÍA

    La primera acción fue cuando nos juntaron a todos, comandados por Pedro, — nombre de guerra que utilizaba Ledesma — allì estaban varios referentes, Santucho, Carrizo, todo el buró político. La propuesta se discute entre todos, democráticamente y cada uno opina de acuerdo a su experiencia, y se mejora, se cambia el plan operativo” comentaron en el documental Decididos: el caso de Villa María, excombatientes del PRT-ERP.

    El 10 de agosto, en una noche fría y tranquila en la ciudad, un grupo de guerrilleros se concentró en una estación de servicio, ubicada en Ruta 9 km 552, a 3 minutos en auto de la fábrica militar, para organizar y empezar el plan del copamiento. Se debía coordinar la simultaneidad con el grupo Ramon Rosa Jimenez, en Catamarca. Ambas acciones tenían como objetivo material conseguir armas para continuar la lucha, pero existía el objetivo simbólico y propagandístico de demostrar que se le podía hacer frente al aparato estatal de fuerza.

    LA NOCHE DE AGOSTO DEL 74

    Lo organizado, era copar en grupos diferentes, puestos estratégicos de la fábrica: un grupo estaba encargado de tomar el puesto n°1, la Guardia Central, la Compañía de Seguridad y Sala de Armas, la Administración y el Casino de Oficuales. Eran quienes iban a entrar a la Fábrica Militar.

    Otro grupo, debía asentarse en “Pasatiempo” el Hotel Alojamiento, a 3 minutos en auto, donde funcionaria la base de la operación, y se encontraría el grupo de reserva, dirigido por Fermin Rivera.

    Alrededor de las 21:30 hs de aquel sábado 10 de agosto, mientras que los soldados se encontraban, inconscientemente vulnerables, de fiesta en el casino de oficiales, ubicado en la Fábrica, un grupo del ERP tomaba poder del hotel.

    “La misión en el hotel era resistir, va a ser la parte de la huida” explicó Rivera. Con ese fin, la totalidad de los partícipes de aquella noche, estaban vestidos con uniforme del ejército, se dirigieron simulando ser soldados de la fábrica militar que se encontraba a un kilómetro, a la administración del hotel.

    Alrededor de las 10, todas aquellas parejas que tenían intenciones de disfrutar una noche llena de aventuras amorosas, tendrían otro tipo de aventuras, aterrorizantes y completas de incertidumbre.

    La llegada del E.R.P implicó la reducción y control total del Hotel. Bajo amenaza de armas pero también mucha amabilidad y empatía en el trato, los guerrilleros armaron su base operativa, donde se avecinaba una resistencia sin importar el costo, con clientes y administrativos encerrados en habitaciones, y emprendieron viaje a la Fábrica Militar de Villa María.

    “El ánimo era optimista, confianza, decididos, íbamos a vencer” comentaron ex-miembros del ERP en el mencionado documental. La animosidad y decisión era sorpresiva para los militares, no se lo esperaban. Un grupo de militantes con una convicción por la que estaban dispuestos a martirizarse , comenzó la acción con la que se imaginaron desde que se reconocieron como miembros.

    Entre la toma del puesto 1 y la toma de la guardia Central tenía que haber simultaneidad, el factor clave era la sorpresa y la confusión . Quienes se dirigían al puesto 1, lo hacían de forma independiente, por la calle. Mientras que los encargados de controlar la guardia Central, lo hicieron a través del campo, en silencio.

    El segundo grupo se dirigió a oscuras, en fila india, sin linternas ni mapas, pues se sabían el camino de memoria. Entraron rompiendo un alambrado en el límite de la propiedad y se acercaron bordeando el río. En un lugar determinado del trayecto, una columna era la encargada de reducir al guardia y dar la voz de entrada a la fábrica, mientras que los demás esperaban.

    A su vez, en el hotel, quedaba un grupo con 8 parejas reducidas. Y a medida que fueron llegando nuevos clientes, esperanzados de diversión, se los recibió, se les mostró la posesión de una pistola 45mm y se los metió en un patio bajo estricto control y vigilancia.

    Una pareja, al ver el arma en la mano de uno de los soldados, se asustó y logró escapar. Pues en una Villa María tranquila, de cotidianidad casi pueblerina, se tenía conocimiento de la tensión y violencia que existía en la política nacional, ver un uniforme militar no era señal de seguridad exactamente. En la organización se temía un fracaso del plan. Este suceso generó las preparativas para un enfrentamiento con la policía, se planeó una resistencia.

    En la fábrica militar, con la ayuda de un soldado infiltrado, el miembro del E.R.P Mario Eugenio Antonio Pettigani, que aún faltaban 1294 días para que se lo viera por última vez en Unidad Penal Nº9, dependiente del Servicio Penitenciario Bonaerense, continuando todavía sin respuesta su desaparición, lograron con éxito, relativo, pues tuvieron que emplear más violencia de la prevista, reducir a los guardias de la puerta.

    Es ahí donde se encontró el primer herido. Con esta entrada pudieron tomar la guardia.

    Otro grupo prosiguió con su camino, entraron dónde dormían los soldados de la fábrica, los despertaron a los gritos, sin tiempo para una reacción distinta a sus planes, los redujeron y les explicaron los motivos políticos del copamiento, dejando en claro que no era una acción vandálica ni terrorista, era una operación planeada y convencida para disputar políticamente con el gobierno nacional, no en contra de ellos. Estaba previsto que la obra se realizara con el menor saldo de heridos posible.

    Otro grupo entró a la sala de armas y desde allí se comenzó con la carga de camiones. Los soldados, quizás con hastío, miedo o simplemente convicción, colaborando voluntariamente, ayudaron a los guerrilleros a sacar las armas de la sala y cargarlas en el camión.

    En simultáneo, quienes estaban en el hotel, se prepararon para la llegada de los policías, que acudieron al lugar pensando que se trataba de un simple robo. Frente a la inocencia policial, acostumbrados a la paz villamariense, se encontraba la violencia y convicción de las balas revolucionarias. Los guerrilleros intentaron parar con fuego a los oficiales que se acercaron, y obtuvieron respuesta. Es en este enfrentamiento donde hirieron a Justino Argañaraz, miembro del E.R.P, quien luego falleció.

    Para ese entonces, el hotel ya estaba rodeado. La policía, pecando otra vez de inocencia y/o incapacidad, envió un patrullero a la fábrica militar en busca de refuerzos, sin saber lo que se iban a encontrar. Al llegar al puesto nº1, los guerrilleros fueron muy tajantes con la reacción; redujeron mediante un tiroteo a los oficiales, creyendo que implicaba un riesgo para la continuidad de la acción.

    Mientras esto ocurría, los miembros del E.R.P que quedaron en la fábrica militar ingresaron al casino de oficiales, donde estaban varios militares y sus familias de fiesta. Al ingresar, vestidos con el uniforme militar, le comunicaron a los presentes que era un simulacro de copamiento, para generar confusión. Y una vez que tomaron sus puestos, los guerrilleros empezaron a reducir a los militares. Al suelo, manos a la cabeza, y la llave de los autos al lado de sus cabezas.

    Los militares, sorprendidos, asustados y claramente confundidos por la sorpresa, acataron todas las órdenes sin ningún tipo de rebeldía. El alcohol de sus cuerpos fermentó por el calor de sus emociones, la violencia política nacional había irrumpido en la cómoda Villa María, y corría riesgo su vida.

    En medio de las órdenes, los guerrilleros solicitaron el paradero de las autoridades de la fábrica, pues era con ellos con quienes querían hablar. El teniente coronel Guardone, no se encontraba presente por razones de salud, quienes sí estaban eran el mayor Larrabure y el capitán Garcia.

    Fueron separados de los demás por el grupo “Casino”, como se llamaba a los guerrilleros que más experiencia y conocimiento militar tenían, encargados de tomar los prisioneros en el accionar.

    En medio de esa situación de nerviosismo, los guerrilleros se enteraron que la policía tenía cercado el Hotel Alojamiento, donde se encontraba su plan de salida. Debieron organizar rápidamente la recuperación del hotel, era su garantía de escape, allí tenían la ropa, la plata y los autos con los que se retirarían.

    El plan fue el siguiente: se dirigieron al acercamiento desde la Fábrica, simulando ser militares, sabiendo que los oficiales habían mandado un patrullero a pedir refuerzos, le comunicaron a los policías que eran militares, que había ocurrido un golpe de estado y debían ponerse bajo sus órdenes. Mientras tanto, quienes estaban en el hotel, le ordenaron a los rehenes que se tiren al suelo, bajo las camas, sabían que se avecinaba un enfrentamiento.

    Con esta estrategia, lograron ingresar en el patrullero hasta el centro del operativo policial, casi enfrente del Hotel, allí, con una firmeza arraigada en la convicción ideológica, el líder guerrillero advirtió que no eran militares, sino, el Ejército Revolucionario del Pueblo, y que a partir de ese momento, se encontraban todos bajos sus órdenes.

    La respuesta de una ya muy confundida policía local, fue un disparo, que generó un tiroteo que nunca olvidaran las personas que estaban debajo de las camas en las habitaciones del hotel.

    El enfrentamiento lo ganó el E.R.P, muchos policías empiezan a correr a través del campo, dejando sus armas, uniformes y hasta convicciones, muchos otros acatan las órdenes del líder guerrillero, son reducidos y llevados a las habitaciones del hotel. Es ahí donde fallece uno de los policías que se encontraba herido, Marcelino Cuello.

    Mientras el E.R.P dominaba ya el escenario del hotel, a un kilómetro aproximadamente, el grupo que se encontraba en el casino de la fábrica, se dirigió a la casa del director de la misma, en busca de Osvaldo Guardone.

    El accionar del teniente coronel fue de una férrea resistencia, provocó un fuerte enfrentamiento con los guerrilleros que no cedían. El aguante fue desde la planta alta, desde distintas aberturas para confundir a los guerrilleros y con todo tipo de armamento. Finalmente, logró impedir su captura, y además, hirió de muerte a un miembro del E.R.P, Ivar Brollo.

    LA RETIRADA

    Ya habiendo desistido de atrapar al teniente coronel, con el fin de no generar más muertes ni heridos, algunos de los guerrilleros se retiraron de la fábrica con los prisioneros, el capitán García, herido de una pierna y el coronel Larrabure totalmente sano.

    La retirada, se planeaba en secreto, la intención era que para ese momento, la población no supiera que estaba pasando eso en la ciudad. Pero ya llevaban tres enfrentamientos con tiros de por medio que no estaban planeados, incluyendo el aviso a la policía.

    Una vez que se tomó control nuevamente del hotel, dieron aviso a la fábrica que los miembros del E.R.P que estaban allí, ya podían retirarse. Estos se dirigieron al hotel, tomaron sus vehículos previamente establecidos y emprendieron la retirada.

    Alrededor de las tres de la mañana, los militares, gracias al normal y absoluto silencio que reinaba en la fábrica y en Villa Maria, se animaron a levantarse, seguramente ya sin ganas de consumir alcohol ni continuar con la fiesta, sanos y salvos, y se retiraron a sus casas.

    La retirada de los guerrilleros, alrededor de las cuatro de la mañana, fue en distintas direcciones, y bajando cada uno, en distintas ubicaciones geográficas, para no alarmar ni generar ningún tipo de sospecha. Hasta que quedó solo el conductor en el auto, quien se encargaba de “descartarlo”, es decir, deshacerse de él.

    Pampayasta, Laboulaye, Carlos Paz, Alta Gracia, fueron algunas de las localidades que sirvieron de escala para los miembros del E.R.P, para luego volverse a sus hogares, todos distribuidos sin conexiones, sin llamar mucho la atención. Otra suerte corrió para José Luis Buscaroli, que volcó en su auto de escape y falleció en el acto, sumando ya, el tercer fallecido de la noche. Su acompañante fue detenido

    LO QUE QUEDÓ

    El operativo en Villa María, fue un éxito si se tiene en cuenta el objetivo de la agrupación. Se logró la obtención de 100 fusiles, 14 ametralladoras y más de 60 metralletas, así como granadas y municiones, además del mensaje político y el debilitamiento del gobierno. Muy distinto a lo que estaba pasando en simultáneo en Catamarca, donde el copamiento fracasó y resultaron muertos 27 miembros del E.R.P.

    Con respecto a los prisioneros, el capitán García, quien se encontraba gravemente herido, fue dejado en la puerta del Hospital de Urgencias de Córdoba, en el interior de una ambulancia. El mayor Argentino Larrabure, fue trasladado a una “cárcel del pueblo” en la ciudad de Rosario. Allí permaneció encerrado 372 días, debido a que nadie estaba dispuesto a negociar el rescate. Fue en esa situación que Larrabure eligió el suicidio como la mejor opción.

    La Argentina setentista culminó un escenario de violencia política extremista gracias a décadas de intolerancia y escala de acciones organizadas, tanto de la tiranía dictatorial de las fuerzas armadas como la rebeldía sobrefazada de las organizaciones del pueblo. Entre ambos extremos se encontró siempre la gran mayoría del pueblo argentino, quienes se vieron obligados a sufrir la mayor y peor dictadura de la historia, temiendo una respuesta popular que genere aún más violencia. Costó años de muertes, torturas, desapariciones y exilios obtener un sistema político democrático, debe ser menester de todo ciudadano cuidarlo.

    Marcio Leguizamon

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