- el devenir del amor.

en el laberinto de la existencia transitoria,

donde el ser se manifiesta en fragmentos dispersos,

te encuentro en la trama de la memoria ilusoria,

cual sombra que susurra entre los versos diversos.

oh, esencia platónica de un ideal inalcanzable,

te busco en la esfera de lo arquetípico y etéreo,

tu figura, en mi mente, es un mito venerable,

donde se entrelazan el deseo y lo etéreo.

en el abismo de la voluntad schopenhaueriana,

mi anhelo deviene en sufrimiento palpable,

pues el amor, cual quimera, es la ladera insana,

que transita en la locura del ser inexorable.

soy, como en el devenir hegeliano, contradicción,

una síntesis de pasiones que al tiempo desafían,

en el reflejo del otro, encuentro la redención,

pues la esencia del amor es la dialéctica en armonía.

en el fluir de lo efímero, donde el tiempo es un ladrón,

cada mirada tuya es un eco de eternidad fugaz,

y en la desesperanza del pensamiento cartesiano,

la razón se desvanece ante tu singularidad.

kant diría que el amor es un imperativo ético,

una voluntad que abraza la libertad del deseo,

mas en este vaivén de un destino caótico,

mi alma se aferra a un amor que es veneno y deseo.

así, en esta red de significados ocultos,

mi corazón palpitante es un enigma voraz,

pues en la densa penumbra de sentimientos tumultuosos,

tú eres la antinomia que a mi ser le da paz.

cual sisifo al subir la roca de su condena,

mi amor se reitera en un ciclo interminable,

pues en la lucha y el ansia, el alma se enajena,

y en cada reencuentro, lo efímero es inquebrantable.

de esta forma, amor mío, en el ocaso sombrío,

te ofrezco mis rimas, mi esencia errante y salvaje;

pues entre la razón y la locura en desvarío,

tu ser es el laberinto donde encuentro mi pasaje.