“el culo lleno de preguntas”

camino con la incertidumbre de sombra,

“¡ni es todo tan blanco ni tan negro!”

gritaron los militantes del gris

y un poco les creo,

porque la certeza es el fin del pensamiento,

no hay raciocinio que valga sin dubitar,

ni hay esperanza que se mantenga activa

con una respuesta clara,

cada portal de noticias,

cada beso de despedida,

cada paso

y cada suspiro

contienen aproximadamente siete preguntas,

del tipo que sean (poco importa),

hoy me recuesto nuevamente en la panza

del signo de interrogación

y ni voy a pedir perdón por dudar,

ni por tomar siempre los caminos contradictorios,

porque uno siempre sigue preguntando el “si”,

seguido del “por qué”

y creo que muy pocos siguen el mantra de Cerati

respecto del Adiós,

la mayoría nos regocijamos en el “hasta pronto”.