Los pájaros gorjeaban en el campanario y mi cuerpo febril dormitaba pálido en la cama. Siempre me pregunté cuál sería el escenario del lecho de mi muerte, pero jamás me imaginé tal fealdad y miseria.
La mayor parte de mi vida mantuve una curiosidad profunda por la vida a través de otros ojos, unos menos primitivos y aislados, tal vez así me sentiría satisfecha con mi pasado. Estando en este sueño tenebroso mi mente dibuja un rostro solemne y regordete, casi benigno a la vista, observándome desde lejos. Es parecido a mí en apariencia, los mismos lunares y hoyuelos en las mejillas, pero su voz temblorosa me deja hondamente afectada. Como si tan sólo fuese una fachada y aquel retrato fuese una ilusión fantasmagórica de lo que algún día quise ser.
La soltura de su porte demuestra una apasionada devoción por el arte y la elocuencia conmovedora de su risa me deja al borde de las lágrimas. Sé que estoy presenciando los indicios de la locura cuando su cabellera negra de cuervo se desliza por el viento, dejándome muda. ¿Quién es esta criatura? ¿Por qué me visita en mi convalecencia? No sé por cuánto tiempo la observo, pero la placidez de su rostro me hace sentir enferma. Tal vez este ser desconocido sea el sueño esplendoroso de mi alma, uno que preside fatídicamente en mi mente cada vez que he perdido la cordura. Y cualesquiera que fueran sus intenciones, las abrazo como el recordatorio de mi destino.
No pretendo engañarme, tampoco buscar excusas pues siempre fui el bufón de mi existencia y mi propio verdugo. Verla a ella me recuerda a un niño a tientas en la noche, con la sábana en pecho, asustado, en busca de su madre. Verla a ella es presenciar una anomalía fúnebre y aterradora capaz de hacerme golpear el pecho con el puño tres veces. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa... Si tan sólo la valentía fuese mi amiga no estaría vestida de negro con un sudario en el rostro. Quizás podría ser ella, incapaz de lastimar a profundidad a aquellos que ama con fervor cristiano.
Si fuese mágica, serena, elocuente, profunda, conmovedora, romántica o trascendental. Tal vez mi sonrisa tuviese impregnado el relámpago celestial de ella y mis pupilas fuesen estrellas capaces de iluminar al más oscuro de los corazones.
___________________________
anotaciones del diario interno
octubre del 2025
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión