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    El camino de regreso

    NY Rguez

    May 5, 2025

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    El camino de regreso
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    Todas las noches que regresaba de la casa de los papás de mi novia me invadia un enorme temor, sabía que tenía que cruzar aquel puente en donde muchas veces me habían dicho que aparecía alguna criatura transformada en persona o en algún animal.

    Recuerdo que era aquella época en la que aun no había mucho transporte en aquel pueblo en donde vivía, en donde casarse aun cuando no tenias 20 años no era tan señalado como malo como lo es hoy en día, yo estaba aún estudiando la prepa y me gustaba una linda chica, sus papás conocían a mis papás, bueno de hecho todos en el pueblo nos conocíamos, pertenecemos a familias grandes, a veces hasta más de la mitad del pueblo estaba emparentado contigo, pero ella y yo no, éramos solo dos personas que se habían conocido desde pequeños, con el paso de los años nuestra amistad había crecido, así que nuestros papás ya casi nos veían en matrimonio y con hijos, yo la visitaba cuando podía, de chico había aprendido el oficio de siembra de café, mi papá nos mandaba a cosechar también, recuerdo que había una bodega en donde almacenabamos la cosecha para posteriormente ser llevaba a otros sitios más grandes para venderlo, bueno eso es una parte de mi vida, como decía yo iba a visitar a mi chica algunas veces cuando no tenía mucho trabajo o tareas, quería que sus papás me aceptarán más, pero ella vivía al otro lado del pueblo, pasando la plaza y aquel puente del que tanto se hablaba, que tanto me daba miedo, y se preguntaran por qué, había demasiadas historias de criaturas que se habían atravesado en el camino en medio de la oscuridad a personas que iban regresando a sus casas después de una jornada de trabajo. Una de esas historias, relatada por mi apa, decía que tal vez había sido su cansancio, pues iba de regreso a casa después de haber ido a vender café y no era tan noche, pero en ese puente se le cruzó un lindo perro, no era el típico perro negro, este era un cachorro café, el cual mi padre dice que le causó ternura, lo vio salir de una orilla del puente, como si viniera apenas subiendo, lo vio y no me dio tanta importancia, pues ya quería llevar a casa, me contó que eran como las 8 de la noche y en aquel entonces solo había 2 lámparas en el puente, una en medio y otra al final, mi papá siguió caminando y el cachorro lo iba siguiendo, decidió adoptarlo y lo cargo en uno de sus bolsos y se lo monto en la parte de atrás, camino unos cuantos pasos cuando de repente sintió que aquel cachorro ya pesaba demasiado, cuando volteo este ya era casi de su tamaño y sus ojos se había hecho rojos, lo describe como si el fuego saliera de ahí, se quitó aquel animal y dice que corrió lo más rápido que pudo. Llego a casa, mi mamá lo vio pálido y espantado, le contó lo que había sucedido y mi mamá le dijo que ya sabía que no debía hacerle caso a ninguna cosa que se apareciera en ese puente, lo curó de espanto y esa noche papá apenas y pudo dormir. Recuerdo su historia siempre que iba a ver a aquella bella chica, siempre procuraba venirme muy temprano, pero a veces me era imposible, quería pasar mucho tiempo con ella, jamás me pasaba nada y sus papás en tono de burla siempre me decían "ya son las nueve y vete" entonces les contestaba, si ya me voy. Siempre cargaba un rosario que mi mamá me había dado desde chiquito, por cualquier cosa. A veces lo enredaba en mi mano y así me iba. Tal vez eso me protegía o no sé. Pero un día olvide enredarlo en mi mano, ya que la mamá de mi chica me había dado algunas cosas para llevar a mi casa y llevaba las manos ocupadas. Iba contento pues jamás me había dado nada y quería enseñarle a mi mamá que mi suegra había mandado unos tamalitos para todos y un poco de pan. Iba tan distraído y feliz que no había notado que ya había llegado al puente, a medio camino encontré a una señora que iba también cruzando, no se me hizo raro, y continúe mi camino, cuando iba ya casi terminando de cruzar el puente aquella señora me grito "oye hijo, se te cayo un tamalito" yo voltie de inmediato y cuando termine de voltear vi que aquella noble voz con que me había hablado ya no era de una señora cualquiera, era una persona que pasaba los 2 metros que trataba de alcanzarme, del miedo se me cayó el traste con el pan, solo pude sostener la bolsa con los tamales, corrí lo más rápido que pude y llegar a mi casa se me hizo eterno. Le conté a mi mamá lo que había pasado y en ese momento fue que recordé que esa ocasión no había sacado mi rosario, el que siempre me ponía y siempre llevaba en la bolsa de mi pantalón, lo busque y busque y no lo encontré. A la mañana siguiente fui al camino a buscar mi rosario y lo encontré tirado al inicio del puente, mi novia me había acompañado, cuando lo levante le mostré a mi novia que parecía como si lo hubieran quemado, ambos quedamos sorprendidos, ella por un momento no me creía todo lo que había pasado, el pan que se me había caído probablemente algunos animales ya se lo habían comido, pasos más adelante encontramos el traste de su mamá el cual también parecía quemado, lo recogimos y se lo llevamos a su mamá, le conté lo que había pasado y me disculpe por las condiciones en que le regresaba su traste, ella se sonrió y me dijo "ay hijo, muchas veces te hemos dicho que no cruces ese puente sin protección alguna, los espíritus malos aprovechan cualquier descuido de la gente para tratar de jalarlas abajo del puente, de ahora en adelante si visitas a mi hija te iras cuando aun no se oculte el sol".

    Desde ese día jamas volví a pasar de noche.

    NY Rguez

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