Ese día estaba en el columpio y vi cómo las nubes bajaban del cielo y tocaban el suelo. Miré atónita a mi alrededor; el pasto estaba teñido de blanco y gris. Ya no veía mis pies, y más tarde, mis rodillas desaparecían junto con ellos.
No me importó; ya no los necesitaba. Solo seguía columpiándome sobre el beso de las nubes con la tierra. Y quise escribirte una carta, la más linda que haya redactado jamás, para contarte cómo un sueño se encontraba despertándose en la realidad.
Camila F. Aguirre
Nacida en la ciudad de Buenos Aires en mayo de 1996, secreta escritora desde temprana edad. Continuamente buscando y redefiniendo su propio concepto de persona maravillosa.
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