El arte del desamor

Eran las 11 y nos preparábamos para irnos cuando llegó el remis. Habíamos planeado toda la semana ir a algún lugar y al final terminamos eligiendo un museo de arte en Retiro; estaban teniendo una nueva exposición llamada "Las etapas del (des)amor".

- Gustav, tenemos que irnos - Terminó de decir mi novia ,Evangeline, luego de agarrar las llaves - El remis está en la puerta.

"Ahora bajo" respondí . Me fui directo a buscar mi campera de cuero negro y salimos de viaje. Ni bien llegamos a la puerta del museo, Evangeline se emocionó. Su nombre era digno de una obra de arte, creo que es por eso que le encanta tanto las pinturas y esas bellezas.

La entrada era un jardín hermoso con un camino de piedra divino. La puerta era dorada, las paredes blancas, la manija era aún más brillante que el dorado de la puerta y las ventanas tenían cortinas negras.

Al entrar lo primero que observás es una mesa con un florero gigante que contiene rosas blancas. La estética era muy fantasmal pero a la vez angelical.

- Te apuesto todo a que algún ente habita por el museo. Todo este lugar se ve tan muerto. Parece sacado de la funeraria de la esquina.

+ Es muy extraño que todo sea blanco, negro y plateado cuando el amor suele ser rojo y el arte suele ser colorido. Este va a ser un recorrido raro.

“Bueno, vamos.” Dijo el guía interrumpiendo nuestra charla. Nos llevó por un pasillo con paredes blancas, al igual que todas al parecer. Al final se encontraba una puerta carmesí brillante con un cartel con focos que decía "(Des)Amor". La luz se encendió al momento que estábamos a menos de 5 metros de distancia. Casi me quedo ciego por la luz chocante. Miré a Evangeline y ella estaba igual de anonadada que yo.

La habitación era circular de un rojo brillante con 5 puertas blancas y en el centro había una mesa con 15 llaves. Al observar con atención cada puerta tenía un cartel dorado que tenía grabado una palabra; la primera decía "Fase 1", la segunda "Fase 2" y así hasta la última..

"No hay un orden específico para visitar las obras. El amor puede comenzar como ustedes quieran. Todo es posible en esta exposición" Explicó el guía. "¿No nos guiará usted?" Preguntó una voz lejana, posiblemente de otro visitante. El guía negó y lo máximo que acotó fue que él se quedaría en la sala principal y esperaría a que todos hayan visto todo.

Me di vuelta para encontrarme con Evi para decidir por dónde empezar. Éramos 15 turistas así que era una llave para cada uno. Las puertas deberían tener la misma cerradura todas porque los grabados de la llave eran todos idénticos

Tomé la llave 11 y Evi la llave 1. El 111 siempre había sido nuestro número de la suerte, no hay una razón específica si no que en distintas circunstancias el 111 siempre había estado presente. Algo que jamás olvidaré es el día que nos conocimos en un recorrido por Los Ángeles; nos habían dado la mesa 111 en un casino y en total de lo que obtuvo cada uno ganamos once mil cien dólares . Uno no puede creer lo loco que es el destino. No todos los días conoces a tu complemento en un lugar al que vas cada tanto. Igualmente si hubiera sido el destino o no conocernos, el 111 siempre será un gran número para mí, ambos conformamos esa cifra.

Ella abrió la primera puerta. La habitación a la que nos llevó era muchísimo más grande de lo que era la principal. Era rectangular y circulaba el aire por un conducto. Al fondo un cuadro estaba siendo alumbrado por 4 focos que apuntaban hacia allí. Al acercarnos más nos dimos cuenta de que la obra era un hombre y una mujer besándose sobre un mundo ardiendo. Ambos contenían una bolsa en su cabeza que les impedía el contacto. El título era "El principio de un amor en el final del mundo" y debajo se hallaba una poesía escrita por el mismo pintor.

"Antes de que se acabé el mundo

quiero verte con sinceridad

porque me confundo

y necesito ver la realidad

Antes que te pierda de vista, quiero llegar a ti

y ser yo misma y mostrarte lo mejor de mi

para que luego no digas que siempre te mentí

y por eso nos llevaste a un fin"

- Es demasiado doloroso para una pobre alma, como lo son la mayoría de personas, vivir un romance secreto y con dolor - Le comente a Evi al ver que estaba muy concentrada en la obra.

+ ¿Quién crees que pintaría este cuadro? Para mí que la chica porque está planteando el fin de su amor cuando recién inicia y lo mucho que le duele y todo lo que quiere hacer antes de que pierda al chico para siempre.- Me dijo Evangeline terminando de ver el cuadro.

Mi corazón estaba latiendo a mil, no sabía si era por el pensamiento de vivir un romance que llega a su fin o el ambiente extraño que había, pero lo tomé como una señal de que deberíamos irnos. Antes de que pudiera decir algo, Evangeline se estaba yendo. La seguí sin mirar atrás.

Me tocó abrir la segunda puerta que nos llevaba a una habitación idéntica a la anterior salvó el cuadro que destacaba. Esta vez eran las siluetas de 2 cabezas besándose y sobre ellas había una especie de nebulosa en la primera cabeza que mediante el beso se movía a la otra. De fondo había una variación y combinación de colores cálidos ardientes. Su título era "La influencia del amor" y debajo contenía igualmente un poema

"El amor es una droga

que te llena la cabeza

y fuertemente te ahoga

disfrazado de fortaleza

También es una motivación

para hacer cosas de ensueños

mientras seguís a tu corazón

y das todo tu empeño"

"El amor está por todos lados y a veces no nos damos la influencia que tiene" Había dicho un turista al lado nuestro. Se ve que estaba solo y medio loco porque hablaba sin ningún destinatario en particular; era como si sus pensamientos salieran de forma genuina de su cabeza.

- Todos acá están locos. - Le dije a Evi en voz baja - Se la pasan hablando solos y mirando mal al resto.

Evi simplemente rió un poco y me miró con cara de “Dios mio, que pibe” y volvió a centrarse en el cuadro. La miré otra vez luego de unos minutos pero ella estaba totalmente perdida en la obra. "¿Estás bien?" le consulté al ver que no volvía a la realidad. "Si, es solo que la obra es.... demasiado real. Puedo sentir exactamente lo que el artista quiere expresar". Creo que jamás comprendería el arte como lo haría ella.

Decidimos irnos e ir por la tercera obra. La situación era la misma que las anteriores; una habitación con paredes desnudas salvó la del fondo que presentaba el cuadro. Está se llamaba "Quizas una despedida". La obra constaba de dos personas yendo en direcciónes diferentes como si se estuvieran alejando del otro, pero un hilo rojo los atrapaba e impedía que se fueran más allá sin el otro. Cómo las anteriores obras, está tenía un verso debajo.

+ No me gusta - Dijo sencillamente Evangeline.

- ¿Por qué?

+ No lo sé, la obra siento que no representa nada. Es como que los amantes tuvieran que quedarse juntos por alguna obligación. El amor no es así. El amor debe ser puro y que no sea un peso con el que debas cargar, tiene que ser genuino y sincero.

Honestamente no tenía una buena respuesta para lo que dijo así que simplemente la invité a irnos a la siguiente sala. Ni siquiera se molestó en leer el poema, aunque yo me quedé a leerlo rápidamente.

"No creo haber sido alguien importante

en tu vida porque seguiste adelante

tan rápido como la brisa de invierno

dejándome en un infierno

Aún así sigues ahí

tan quieto como piedra

sin salir de allí

marcado como una letra"

Ahora entiendo porque no le gustó; Evangeline siempre tuvo miedo a sus obligaciones. Nunca le gustó la idea de amar a alguien por obligación. En mi opinión a uno le gustan las obras si lo que quieren representar va con los ideales de cada uno.

Siguiente cuarto; misma situación. El cuadro que se encontraba era de 2 personas de espaldas entre sí. Sus caras se posicionaron mirando en dirección al turista como si les estuviera contándoles el problema que ambos tenían. Una lloraba y la otra contenía lágrimas.

Evi era la experta en todo este tema y la mire para que dijera algo de esto ya que la anterior no le había gustado.

+ El cuadro representa las emociones con colores. - Me explicó - El fondo es de azul depresión con estrellas plateadas porque representa su vida sin el otro; triste, solitaria y abrumadora por más de que tengan situaciones agradables que se ven como esos destellos. Aun asi, las siluetas de las personas son de amarillo alegría con leves destellos dorados porque todavia tienen el amor del otro. Algo así como nostalgia en un mundo vacío. Mira, leé la poesía que se explica mejor - Termino de decir señalando la placa debajo.

"La soledad irradia azul

pero nosotros seguimos siendo dorados

guardando nuestro brillo en un baúl

con nuestro nombres grabados

Seguí brillando, amor,

que el día se siente frío

pero con vos se siente el calor

sin importar tu extravío"

- Fua, no hay mejor complemento que esta obra con el poema. Es hermoso. Ellos brillaban y eran magníficos. Sin importar el mal cierre, tuvieron sus momentos de brillar.

Evi parecía triste ante lo que acababa de decir. "¿Podemos ir a la siguiente?" me preguntó con un leve tono roto. ¿Qué le estaría pasando? Ella amaba el arte, no había manera de que la estuviera pasando mal. ¿Acaso era algo que yo había dicho?

Nos fuimos a la última puerta pero al colocar la llave la puerta no cedió. Fuimos con el guía y este se sorprendió. Su mirada reflejaba algo como "¿Todavía siguen acá?". Jamás entendería a los guías, ofrecen un cariño pero luego quieren echar del lugar con la mirada a las personas.

Nos guío hasta la puerta. La llave la tenía él colgando de un collar debajo del traje negro que llevaba. Al entrar nos dimos cuenta que la habitación era diferente a las anteriores. Las paredes eran de un beige y no había focos. Por toda la habitación había cuadros inconclusos sin poemas. Había un pedestal en el medio que tenía una placa con la siguiente grabación

"Este es el final

que nos quitará

aquel apegado mal

pero que también te llevará

No esperes nada de mi

porque ahora todo es oscuro

si no te tengo a ti

aquí o en mi futuro"

Miré a Evi pero ella estaba como en otro planeta. Sus ojos estaban cristalizados como si estuviera conteniendo un dolor de años. Antes de que pudiera intervenir ella me habló.

+ Quiero irme de aquí, Gustav

- ¿Qué te pasa?

+ Nada, necesito aire.

Evangeline corrió sin esperar. Me quedé atónito. ¿Qué le estaba pasando?

Salí a la sala principal pero no la encontré. La única persona que ví fue al guía. No había nadie, solo él y yo. "¿Se fueron todos?" pregunté anonadado con la situación.

- Si, señor. Está galería fue hecha para dar un vistazo con flashes a las etapas del amor. Felicidades si sobrevivió a todas y si no - dijo mirándome de arriba a abajo - suerte en este juego llamado amor.

Me di cuenta de que la galería tenía un ambiente macabro. El rojo brillante pasó a ser un rojo sangre desagradable y el brillo no se notaba como en un principio. La habitación e

ra como una relación; inicia de una manera brillante pero al final termina despojada y apagada.

Fin