El arte de escribir

Escribir cosas que nadie verá, escribir poemas dedicados para aquellos que nunca los leerán, hacer un poemario entero dedicado que nunca verá la luz.

Escribir, sobre cosas que te gustan, sobre cosas que odias, sobre lo que te apena el corazón y escupir tus sentimientos en una hoja de papel.

El momento de agarrar la lapicera, con tu corazón en la mano, con las palabras corriendo en tu cabeza que forma versos sueltos los cuales escribes y las estrofas comienzan a cobrar sentido. La tinta fluye mientras escribes aquellas palabras, y tus manos, sin darte cuenta, se manchan de azul. Las lágrimas corren por tus mejillas, algunas aterrizan en la hoja e intentas secarlas, para continuar dedicando versos aunque tu visión borrosa complique.

Escribir, una especie de terapia donde puedes decir(le) todo lo que tu alma necesita, donde nadie te juzga por lo escrito, donde puedes revelar y contarle todo lo que piensas a un trozo de papel.

Un momento donde salen obras literarias con tanto sentimiento que sorprenden a cualquier lector.

Un momento donde eres solo tú y tu corazón en un baile de versos.